lunes, 18 de enero de 2010

Práctica administrativa en un entorno capitalista: Reconociendo garantías truchas


IDEAS PRELIMINARES, MARCO CONCEPTUAL

Hacia el inicio de la última década del siglo XX, sin duda hubo un punto de inflexión, sin duda ocurrió algo trascendente, algo que cambió el curso de los acontecimientos: El derrumbe de las economías socialistas europeas.

Ello ciertamente no aquietó la controversia capitalismo – comunismo, aunque con toda evidencia le dio un enfoque diferente.

No deseamos aquí analizar detalladamente esta controversia así como el emblemático y arrogante y ya superado “Fin de la historia”, pero sí queremos llamar la atención al menos en un aspecto, y es el siguiente.

En el apoyo personal y en la adhesión sincera al sistema socialista o a la organización capitalista, sin duda influyen los sentimientos más íntimos de las personas, sus convicciones más arraizadas, sus ideas primarias y en cierta forma intuitivas y profundas, sus simpatías ideológicas más caracterizadas, y por lo tanto tal vez por la vía de la argumentación y de la controversia especulativa, será difícil poder ponerse de acuerdo sobre cual es el sistema político-económico mejor y más competente para impulsar el progreso de la humanidad, y para simultáneamente dar a la población las mejores condiciones medias de vida. Para dilucidar este dilema, para esclarecer esta controversia, para aclarar este planteamiento, tal vez no habría otra que dejar desarrollarse ambos sistemas en el mundo globalizado de hoy día y en diferentes países o regiones, y posiblemente el simple escurrir del tiempo bastaría entonces para resolver la cuestión planteada, al así poder comparar objetivamente indicadores sociales y económicos relevados en las dos realidades con diferentes organizaciones de base.

Pero obviamente, si realmente se pudiera realizar este experimento, sería bueno que no se hicieran trampas, sería bueno que esta experiencia se desarrollara en condiciones de igualdad para ambos sistemas económico-sociales, y no que arbitrariamente y desequilibradamente se favoreciera la aplicación de uno de estos procesos, a la par que en alguna medida se dificultara el desarrollo del otro proceso.

Y en la hipotética y utópica situación experimental señalada, también sería bueno que se pudiera comparar la mejor aplicación del capitalismo con la mejor aplicación del socialismo, y no que se terminara por medir fuerzas entre un socialismo tartamudo y un capitalismo desviado.

Lo que queremos decir con esto es que la ideología capitalista y la ideología socialista están imbuidas de fuertes condicionantes filosóficas y políticas, y por cierto en ello no hay nada de malo sino al contrario, pero en los análisis y en las aplicaciones que se hagan de uno u otro sistema, conviene que no se pasen por alto desvíos más o menos gruesos, que en un análisis teórico tal vez pudieran pasar desapercibidos o ser despreciados sus posibles efectos.

Por ejemplo, si en el sistema capitalista y en lo teórico apoyamos la individualidad y el propio interés personal, como fuentes impulsoras del desarrollo económico y social, y como un elemento central para el ordenamiento comunitario, no es cuestión de oscurecer o envilecer esta importante regla de juego, permitiendo o tolerando altos índices de delincuencia, de especulación, de corrupción, de narcotráfico y adicciones; obviamente en este marco convendría plantearse el siguiente interrogante-problema: ¿el sistema capitalista promueve o al menos tolera un porcentaje significativo de delincuencia, de especulación, de corrupción, de adicciones a drogas, de inseguridad ciudadana? Si la respuesta es positiva, si la respuesta es afirmativa, bueno, se dejará seguir adelante con el experimento antes mencionado, pero si la respuesta es negativa, rápidamente deberán implementarse reformas financieras estructurales o de cualquier otra índole, de forma de minimizar o incluso de eliminar completamente la delincuencia, la especulación, la corrupción, la inseguridad ciudadana, la dependencia a sustancias adictivas. Y bueno, en nuestra modesta opinión, el hecho de admitir el enriquecimiento personal como motor del desarrollo productivo y del accionar de los agentes económicos, no conlleva obligatoriamente implícito también el accionar más o menos libre de delincuentes, especuladores, corruptos, coimeros, inmorales, violentos, y traficantes.

Es cierto, con el tipo de desvíos recién enumerados, practicando por ejemplo las comisiones ilegales y secretas como medio para obtener jugosos contratos con el Estado, o especulando en la Bolsa de Valores gracias a que se tiene información privilegiada obtenida tal vez mediante soborno, o incentivando los robos de mobiliario y luminarias en casas particulares como medio para tener mercadería barata para una fina casa de antigüedades, o generando y vendiendo pornografía, o acaso llevando adelante un muy próspero comercio gracias a que se es hábil en estafar al Fisco (gracias a que se practica defraudación fiscal), etcétera, etcétera, etcétera, ciertamente pueden llegar a obtenerse así muy importantes ganancias, pero este tipo de enriquecimiento es ilícito, es injusto, es inconveniente para la sociedad, y no necesariamente debe acompañar en forma obligada al modelo capitalista de producción y de distribución de recursos.

Y otro tanto podría decirse para el sistema socialista. Si en este tipo de organización y en lo teórico apoyamos el interés social como objetivo primordial, así como la conducción centralizada de la producción y de la economía, no es cuestión de oscurecer o de envilecer estas reglas de juego, permitiendo o tolerando gran ineficiencia en la administración de los planes de apoyo social, o permitiendo y tolerando prebendas y beneficios para la cúpula directiva que van más allá de una justa y razonable remuneración personal. Los señalados son hipotéticos y eventuales desvíos del modelo socialista, que no están en sus bases programáticas, que no se incluyen en los objetivos retenidos, y que por tanto deben de ser considerados desvíos no deseados y a erradicar.

Ahora bien, los señalados desvíos indeseados en ambos modelos capitalista y socialista, y algunos otros no tan difíciles de imaginar, en nuestra opinión particular, tienen su origen en la organización financiera adoptada, en el uso del dinero anónimo, en el uso de monedas no nominativas que impiden o dificultan el análisis fiable y cómodo de largas cadenas de pago, tal como lo demostró y señaló públicamente el activista social catalán Agustí Chalaux de Subirà, y tal como lo continúa afirmando y destacando hoy día el Centro de Estudios Joan Bardina desde Barcelona, desde la costa mediterránea española.

Muy bien, hecha esta introducción general, señaladas estas cuestiones de carácter general que son importantes por los efectos que producen, en el presente artículo llamaremos la atención sobre un asunto puntual, sobre uno de los posibles desvíos recién referenciados en los párrafos anteriores: Las garantías truchas de alquileres, de arrendamientos, de operaciones financieras. Pues obviamente si se presentan y son tomadas garantías falsas que no sirven, que no responden si hay incumplimientos, que no generan recursos financieros si son liquidadas o rematadas, ello obviamente tendrá como consecuencia embarrar la cancha, hacer confuso el mercado de alquileres y por incertidumbre tal vez provocar en el mediano y largo plazo un alza generalizada en los arrendamientos de fincas, y también provocar pérdidas no previstas en las instituciones financieras y por ende provocar probablemente en el mediano y largo plazo un alza generalizada en las tasas de interés sobre los préstamos. Así, se enrarece artificialmente la aplicación del modelo capitalista, con consecuencias socioeconómicas que en una primera instancia tal vez afecten negativamente a las clases ricas, a las clases propietarias y poseedoras, aunque en el largo plazo tal vez terminen por deteriorar aún más a los sectores más débiles, frágiles, y empobrecidos de la sociedad.

ARGUMENTACIÓN CENTRAL EN LA TEMÁTICA PLANTEADA

Hecho este planteamiento general, establecido este prólogo, pasaremos ahora a tratar el tema central del presente artículo, y lo haremos a través de la trascripción de un testimonio personal, de un profesional uruguayo, que desde hace años está en el tema de la administración de propiedades.

«« Soy propietario de una inmobiliaria desde hace más de quince años, y estoy instalado en la zona céntrica de la ciudad de Montevideo, en Uruguay.

«« Durante este lapso de tiempo, nuestra empresa ha tenido un número de clientes bastante elevado, y algunos de ellos se interesaron en alquilar inmuebles de nuestra cartera presentando garantías personales truchas, es decir, garantías falsas, garantías que con rapidez se desbarataban, por ejemplo se ofrecía en garantía personal a un supuesto rentista o trabajador que transitoriamente tenía una finca en propiedad y/o un automóvil, cuando en realidad esa persona era un estafador, pues ofrecía salir de garantía a todo aquel que le pagara cierta cantidad de dinero al contado; y este “servicio de garantía” en muchos casos era ofrecido públicamente a través de la prensa oral o escrita, y/o a través de carteleras barriales, y/o a través de anuncios informales pegados en los baños de ciertos negocios de gastronomía.

«« Entonces, una vez que esas personas habían salido de garantía a cierto número de personas durante cierto lapso de tiempo, ellas se insolventaban a través de algún procedimiento, a efectos de así evitar tener que responder a los embargos genéricos o específicos que seguramente comenzarían a concretarse por incumplimiento de quienes habían comprado el “servicio de garantía”, pues la mayoría de quienes obraban de esta forma ya lo hacían con picardía, pensando tal vez en pagar adecuadamente uno o dos meses de alquiler, y luego cómodamente dejando de pagar, y esperando simplemente a que le hicieran el trámite de desalojo por mal pagador.

«« Obviamente, los procedimientos a través de los cuales esas personas se insolventaban son fáciles de imaginar. Por ejemplo, se podía firmar un vale o un conforme por una cantidad importante a un familiar o a un amigo de confianza, o a favor de alguna otra persona del entorno estafador, quien a través de los procedimientos judiciales usuales solicitaba primero el pago inmediato de la deuda por medio fehaciente, y luego solicitaba el embargo específico sobre el único bien inmueble del demandado. El monto de este embargo por cierto era similar o ligeramente superior al valor de la propiedad ofrecida en garantía, y de esta forma, si en algún momento la propiedad salía a remate, solamente se pagaría el primer embargo inscripto, que era del mismo grupo estafador. Otra forma de insolventarse tal vez más simple, era realizar la venta real o simulada de la propiedad dada en garantía.

«« Obsérvese que el grupo estafador, generalmente operando a través de una gestoría o de una escribanía, sin ningún problema continuaba operando de la misma forma, pues cuando una propiedad y/o una persona se quemaban, simplemente la sustituían por otra.

«« Como se comprenderá, nuestra firma inmobiliaria aceptó de buena fe un par de garantía truchas del estilo de las que vienen de ser descriptas, pero luego, al empezar a tener problemas nuestros clientes, comenzamos a observar minuciosamente y con detenimiento los antecedentes presentados, y así descubrimos ciertas regularidades, por ejemplo el mismo escribano en los casos estudiados era quien había otorgado el certificado notarial de propiedad ofrecida en garantía, y que luego no servía.

«« Advertidos de esta forma de operación, aprendimos a sospechar cuándo era que se presentaba una garantía trucha. Claro, algunos casos eran evidentes para nosotros las sospechas de irregularidades y de futuros problemas, por similitudes en la documentación presentada, y ellos los rechazábamos de inmediato. En otros casos no tan claros, y para tener cierta tranquilidad, teníamos que hacer toda una investigación al mejor estilo policial. Averiguábamos por ejemplo si la persona que salía de garantía tenía teléfono y luz a su nombre, y si ese no era el caso simplemente lo rechazábamos, les decíamos que esa garantía no nos servía. Otro indicador lo obteníamos concurriendo a la propiedad ofrecida en garantía, y preguntando a vecinos si conocían al titular o supuesto titular, y si ese no era el caso o si nos daban malos informes, simplemente rechazábamos ese legajo. Otro indicador era averiguar la fecha de adquisición de la propiedad ofrecida en garantía, y si la misma era muy reciente también en ese caso rechazábamos el legajo. Otro indicador era imponer que el inquilino siempre debía presentar garantías de personas que fueran sus parientes más o menos directos, comprobando este extremo a través de pertinente documentación.

«« Los legajos de garantía que en nuestra oficina así hemos podido comprobar que casi seguramente eran truchos, naturalmente tenían ciertos rasgos comunes y también algunas diferencias, pero bueno, le agarramos la mano a este asunto. Generalmente el inmueble involucrado no tenía un valor demasiado elevado, y generalmente estaba situado en un barrio no muy cotizado de la ciudad. Además, con frecuencia era un apartamentito interior, en una casa remodelada y convertida a propiedad horizontal. Y si se trataba de un local comercial, éste generalmente se ubicaba en una zona con poco movimiento. Además, el trabajador propietario de la finca con frecuencia era soltero y bastante joven, obrero en alguna fábrica o sereno, o bien por el contrario una persona mayor que vivía de una pensión. Además, estos garantes truchos por lo general afirmaban vivir en un lugar diferente del inmueble que tenían en propiedad y que ofrecían como garantía, y en algunos casos la dirección indicada como domicilio era efectivamente esa, pero en otros casos también se mentía en este detalle. En la documentación involucrada también se solían repetir nombres de escribanos o de abogados o de estudios jurídicos o de gestorías, por lo que era de sospechar que ellos estaban involucrados directamente en estas maniobras dolosas, o que al menos eran complacientes y que certificaban tal o cual cosa con excesiva ligereza.

«« En lo personal tenemos mucho respeto y admiración por el gremio de los escribanos y notarios y no tanto en lo que concierne al gremio de los abogados, pero bueno, tuvimos que rendirnos ante las evidencias, y admitir que al menos un pequeño grupito de escribanos uruguayos se prestaban a asuntos no santos.

«« Otra de las cosas que hacíamos en nuestra oficina para tratar de dar un mejor servicio y una mayor seguridad a los propietarios que nos confiaban su propiedad para que se la alquiláramos, era buscar ofrecimientos en la prensa de este tipo de servicios de garantías, e investigarlos a efectos de conocer qué escribanía o qué estudio o qué profesional estaba detrás de ese anuncio de prensa.

«« Bueno, por cierto todos los detalles recién señalados corresponden a nuestra experiencia y a la realidad montevideana, así que obviamente este panorama no es fácilmente extrapolable a otro país, cuya realidad ciertamente podría ser bien diferente. De todas formas y con todas las precauciones que tomábamos en la oficina, obviamente obteníamos seguridades adicionales para nuestros clientes-propietarios, pero bueno, seguro que por ahí también rechazamos garantías que no hubieran generado ningún problema. Ciertamente no en todo se puede obtener perfección.

Hasta aquí los comentarios y los consejos de nuestro amigo administrador de propiedades. La presente nota se está extendiendo demasiado, así que trataremos de ir esbozando un mensaje final y alguna conclusión.

¿Qué pueden hacer hoy día los propietarios de fincas, si desean alquilar esos inmuebles con destino a casa-habitación o con destino comercial? He aquí seguidamente una relación que nos parece relativamente lógica y dictada por el sentido común.

(1) Concretar los alquileres y la búsqueda de inquilinos a través de una inmobiliaria seria, que tenga cierta tradición y cierto prestigio y varios empleados, pues si para ahorrarse una comisión se procede por cuenta propia, o si se elige una inmobiliaria pequeña y con poca experiencia, posiblemente se corren riesgos demasiado altos de hacer contrato con un inquilino que luego sea mal pagador, y/o que deteriore el inmueble dado en arriendo más allá de lo que es razonable admitir por simple paso del tiempo y de un uso moderado y debido.

(2) A pesar de proceder como acaba de indicarse, plantear en la inmobiliaria el temor a aceptar una garantía trucha. Quienes están en este negocio de la administración de propiedades, y en especial los dueños de estas empresas, en muchos casos dan muy buenos consejos, pero para no comprometerse exageradamente, siempre dejan al propietario la última palabra, y entonces no está de más escucharles, y seguir al menos algunos de los consejos o de las precauciones que ellos recomiendan.

(3) Respecto del contrato de arrendamiento y aunque usted tenga confianza en la inmobiliaria que consulta y en los profesionales que allí trabajan, igual léalo en detalle, y no dude en reclamar una enmienda o un agregado, si ello les parece necesario. Si lo que usted propone es inadecuado, la empresa ya se lo hará saber señalándole las razones. No se sienta presionado por ningún aspirante a inquilino suyo, y ni siquiera por el empleado que actúa de intermediario en la inmobiliaria. Posteriormente a haber firmado el contrato, los problemas serán suyos y las consecuencias negativas también.

(4) Durante la etapa de estudio del legajo, exija a quien sea todo lo que le parezca razonable, y aplique su sentido común. Poco a poco usted irá generando experiencia, sobre todo si en algún momento un inquilino deja de pagarle y debe iniciarle juicio de desalojo. Así, usted tendrá gastos no previstos, e incomodidades de todo tipo, aún cuando el abogado que le haga estos trámites judiciales sea una persona honesta y competente. Y si su abogado se despreocupa de su asunto porque tiene otros pleitos entre manos mucho más importantes, o si su abogado no es competente, o si es deshonesto y coimero, bueno, ahí sufrirá de verdad, pero ahí también aprenderá a ser muy cauto.

(5) No elabore usted mismo los contratos de arriendo aún cuando usted tenga ya cierta experiencia, esto es asunto de profesionales. La redacción de los contratos es una labor técnica, que debe ser hecha en cada caso por gente que sabe. Ciertamente, la única defensa importante del propietario frente al inquilino es el contrato pactado, así que no corra riesgos innecesarios. Si en el contrato le ofrecen poner una cláusula que le merece reparos, no firme, y al menos asesórese por alguna vía independiente. Por ejemplo y en el caso de Uruguay, hay instituciones que ofrecen asesoramientos jurídicos gratuitos a sus asociados; a riesgo de ser parcial, indico a continuación cuatro instituciones serias que ofrecen este tipo de servicios gratuitos: (1) Cámara del Bien Raíz, Colona 1460, Montevideo; (2) Centro de Protección de Chóferes, Soriano 1227, Montevideo; (3) Automóvil Club del Uruguay, Avenida Libertador Brigadier General Lavalleja 1532, Montevideo; (4) Cambadu, Magallanes 1412, Montevideo. Como podrá constatarse, las cuatro instituciones que vienen de enumerarse están ubicadas en la ciudad capital de Uruguay, y ello porque son las que conozco. Naturalmente esta referencia parcial no debe invalidar otras opciones en otras ciudades, ni otras posibilidades.

(6) Si acaso debe iniciar en algún momento un juicio por incumplimiento del inquilino, para iniciar la demanda le pedirán, o el contrato original, o una certificación notarial, y esta última tiene un costo. Como obviamente es peligroso iniciar un expediente judicial poniendo allí el original del contrato, una cosa sencilla de hacer es, en el momento del arriendo, firmar y hacer firmar tres copias del mismo tenor en lugar de dos. Y así, usted podría incluir el original del contrato en el legajo judicial, pero reservándose para sí otro original, y evitando así el señalado gasto notarial. Y esta práctica es legal pues no está prohibida por ninguna norma, al menos en Uruguay. Claro, lo señalado tal vez es un detalle menor, pero recuerde, antes de firmar el contrato la opinión del propietario es decisiva, así que si lo estima conveniente, imponga sus posiciones, y dilate la firma del contrato si es necesario.

(7) Cuando haya una inmobiliaria que actúa como intermediaria en un contrato de alquiler, tenga presente que por lo general tanto el propietario como el inquilino deberán pagar una comisión, así que nunca está de más solicitar información sobre el monto de esta comisión, a efectos de no tener sorpresas desagradables. Cuando interviene solamente un escribano en la elaboración del contrato, por lo general los respectivos honorarios del escribano por este trabajo son de cargo exclusivo del inquilino, pero igual, también en este caso conviene averiguar bien cuales son las condiciones, aunque sea verbalmente, y si le dan algún tipo de impreso o de reclame, pues tanto mejor; en todo caso, pida que le escriban manualmente la tasa de la comisión o su monto bruto, al dorso de una tarjeta de la inmobiliaria o gestoría o escribanía con la cual usted está trabajando. Obviamente, quien se hace cliente de una inmobiliaria o de un profesional administrador, tiene derecho a pedir estos datos incluso por escrito, así que sea firme en relación a esta cuestión. Y si usted comprueba mala voluntad en atender reclamos razonables de su parte, pues o bien insista diciendo tal vez que es una exigencia de su socio o de su familia, o bien sencillamente retírese y vaya a otra parte.

(8) Tampoco firme nunca una carta de exclusividad con una inmobiliaria o con un escribano, pues tal vez allí puede que haya algo, como por ejemplo una tasación de alquiler muy baja, o una tasación de venta muy baja, o alguna otra jugarreta. Recuerde que los dueños de algunas inmobiliarias son tránsfugas, y que incluso puede haber deshonestidad de algún tipo por parte de un escribano o de un contador público. Ante estos casos simplemente pida copia del documento que le quieren hacer firmar, aduciendo que lo va a consultar con un profesional amigo o de confianza, y luego retírese. Y en estos casos nuestro consejo es que no vuelva nunca más por ese negocio a plantear algo.

(9) Pero bueno, no necesariamente se debe alquilar solicitando al demandante una garantía personal, pues en algunos países, Uruguay entre ellos, hay instituciones sólidas y de prestigio, que en determinadas condiciones dan servicios de garantía en alquileres. Tal es el caso de la Contaduría General de la Nación, sita en Colonia 1089, Montevideo, y también de ANDA, Arenal Grande 1570, Montevideo. Si usted tiene para alquilar un inmueble que tiene demanda por su ubicación y por sus comodidades, y si la finca se encuentra ubicada en Montevideo o en su zona de influencia, en todo caso ponga como condición obligatoria que la garantía sea Contaduría o ANDA, y así podrá ahorrarse muchos dolores de cabeza.

(10) Cuando ofrezca un inmueble en alquiler, asegúrese de que el monto que está pidiendo es el adecuado para ese momento del mercado. Si usted pide más que el valor normal, no solamente tendrá su propiedad desocupada varios meses, sino que además corre el riesgo de quien finalmente le alquile sea un pícaro que acepta un valor alto porque en algún momento piensa dejar de pagarle los arriendos. Sepa que hay tasadores que por una comisión relativamente baja, le tasan su propiedad para alquiler o para venta, y las inmobiliarias también suelen hacer estas tasaciones en forma gratuita. Si usted no queda conforme con una tasación, en todo caso pida otra. Finalmente sus intereses únicamente usted va a defenderlos con seguridad y por encima de otras circunstancias. Hay veces que las inmobiliarias tasan bajas las propiedades que tienen en cartelera, pues les interesan los negocios rápidos que le generan menos gastos y menos trastornos. Por cierto, entre los tasadores de inmobiliarias y los tasadores profesionales, también hay personas que se equivocan o que no conocen el mercado, así que en este sentido también se debe estar atento.

(11) Otras de las garantías que eventualmente pueden aceptarse, al menos en Uruguay, es la de depósito bancario. Y en Uruguay ello puede concretarse a través del Banco Hipotecario del Uruguay por un monto máximo de seis meses de alquiler. Por supuesto, en caso de incumplimiento del inquilino en cuanto al pago del arriendo, se podrán iniciar los trámites de desalojo, y una vez culminados los mismos recurrir a este fondo para compensar incumplimientos. Pero bueno, los trámites judiciales no siempre son ágiles, y además, justo pueden estar afectados o por la feria judicial o por alguna chicana que oponga el inquilino, así que en general, el monto así retenido en garantía no suele alcanzar para cubrir todos los adeudos. Por su parte, no se debe solicitar al inquilino un depósito por mayor monto que seis meses de alquiler, pues ello no está permitido por las leyes uruguayas y da motivo de sanciones al propietario. Por otra parte, en caso de reajuste de precio en el arriendo, el inquilino no suele actualizar el monto del depósito, y así la garantía del propietario suele degradarse aún más en estas situaciones.

Claro, justo es reconocer que los inquilinos que ofrecen un depósito de dinero en garantía por el arriendo de una finca, o que ofrecen una garantía personal, no siempre son personas deshonestas, no siempre piensan en comportarse mal, no siempre piensan en dejar de pagar y esperar así al trámite de desalojo. Pero bueno, el problema es determinar cuando se estaría frente a una situación como la recién planteada, y cuando se planifica todo de antemano pensando en algún tipo de incumplimiento.

Como siempre, beneficios y protecciones tal vez en demasía a las partes más débiles (en nuestro caso: inquilinos), y/o situaciones de incertidumbre, a la corta o a la larga terminan perjudicando a quienes tienen menor poder adquisitivo, a quienes son más vulnerables, a quienes tienen un peor asesoramiento o mayores condicionamientos.

Así que cuando la cancha se embarra, muchas veces son los sectores más débiles los que terminan sufriendo los mayores perjuicios.

sábado, 2 de enero de 2010

Revolución social pacífica: Los ciudadanos protestan y se organizan


UN EJEMPLO QUE TIENE SUS MÉRITOS Y QUE HACE MEDITAR: «ATTAC»

Ya somos muchos quienes percibimos que hay exageradas incongruencias en nuestro entramado social-económico-financiero, y claro, surgen aquí y allá gritos de alarma y de protesta, manifiestos solemnes y ríos de tinta, reuniones de militancia, e iniciativas de todo tipo y color. Los ciudadanos protestan y se organizan, y lo más importante de todo, también dan ideas, y también esbozan concretas líneas de intervención-acción.

Muchos ciudadanos de buena voluntad no se resignan a quedarse de brazos cruzados, mientras el medio ambiente se degrada más y más, mientras el cambio climático global se evidencia en todo el planeta con todas las secuelas de fenómenos extremos, mientras las guerras continúan de una u otra forma, a veces muy localizadas y a raíz de conflictos regionales e incidentales, a veces como fruto de presiones e intereses de largo plazo, con base político-ideológica, y de neto origen multinacional y multifocal.

Y mientras tanto, los gobiernos de los distintos países así como las jerarquías y los técnicos de los organismos internacionales, parecen ser omisos o incapaces de ponerse de acuerdo, en cuanto a controlar la acción negativa de las actividades humanas sobre el clima y el medioambiente, y en cuanto a disminuir la amplitud y los efectos de las guerras y del terrorismo y de la piratería, y en cuanto atacar otros trascendentes problemas sociales, productivos, y comerciales, de este nuevo siglo XXI.

Pero obviamente la inquietud y la preocupación del ciudadano común y corriente por las problemáticas de la era actual, no se limitan ellas únicamente a los conflictos armados y al deterioro medioambiental que recién fueron mencionados.

El narcotráfico induce graves tragedias sociales al interior de las propias familias e impacta con enormes gastos en el área salud, y las grandes diferencias educativas y de oportunidades generan indignantes bolsones de pobreza y de marginación… y con toda evidencia, a lo largo y ancho del mundo estos factores directa o indirectamente generan violencia familiar y social así como grandes diferencias en los niveles de vida y en las estrategias de supervivencia de cada quién.

Mucha gente anda recelosa, con miedo e insegura, y los que pueden instalan rejas en sus casas, y contratan guardias de seguridad, y mandan a sus hijos a instituciones educativas privadas donde hay más seguridades y estrictos controles, y así se protegen de una u otra forma. Y como consecuencia, también así se genera más fragmentación social, y se estimulan fenómenos de rechazo como la aporofobia, y la xenofobia, y el racismo, y la discriminación por género o por nivel socio-cultural o por padecimiento de ciertas enfermedades (SIDA por ejemplo, padecimientos mentales y depresión por ejemplo). Y para colmo, los accidentes de tráfico dejan también grandes secuelas de muertes y de incapacitados, también aumentando por esta vía los gastos en salud, y también aumentando la inseguridad de la gente en la simple circulación ciudadana.

Con toda evidencia todos los aspectos que vienen de ser enumerados, están en la paleta de las inquietudes y preocupaciones de los comunes, afectan el día a día de Doña María y de Don José, inciden en las actividades cotidianas y en la reflexión incidental de cualquiera de nosotros.

Por cierto la sociedad institucionalizada y organizada en Estados-nación trata de dar algunas respuestas a todas estas problemáticas, pero al margen de algunas buenas intensiones y de algunas promisorias propuestas, el deterioro también corroe sus bases y dificulta el desarrollo a término de sus planes mejor ideados.

Los Estados organizados necesitan recursos para el cumplimiento de sus fines, los que deben legítimamente obtener de sus respectivos sistemas impositivos y fiscales, pero los mecanismos de cálculo y recaudación son endebles, y la arbitrariedad y el abuso y la ineficiencia allí también están instalados: (1) Corrupción administrativa y política; (2) Contrataciones sobredimensionadas en sus costes y muchas veces obras no bien ejecutadas, lo que redunda en perjuicio de los organismos estatales e incluso a veces del propio sector empresarial; (3) Evasión fiscal y morosidad fiscal, y también contrabando a pequeña y gran escala; (4) Incómodos y anacrónicos mecanismos fiscales y de recaudación, que naturalmente inducen inconvenientes innecesarios a los contribuyentes así como enormes gastos administrativos, al margen que también provocan injusticias y distorsiones en cuanto a la deseada equilibrada competencia; (5) Corrupción y especulación a niveles increíbles, que generan tal apropiación de recursos, que sin duda y de una u otra forma, repercuten adversamente en los planes sociales así como en la propia generación de empleos y en el propio desarrollo del sector productivo y exportador; (6) Acomodos e injustas situaciones de privilegio a todos los niveles; (7) Lagunas normativas y también incongruencias administrativas de diverso tipo, que a veces operan al interior de los propios países, y que por cierto también operan a nivel internacional, con sus secuelas conocidas en cuanto a lavado de dinero, paraísos fiscales, capitales golondrina especulativos, vaciamiento de empresas y maquillaje de balances institucionales, desestabilizaciones bancarias y financieras, estafas, espectaculares y sorpresivas crisis económicas globales, recesión y desempleo, quiebras fraudulentas y planificadas, ilegalidades varias, etcétera.

Obviamente nuestro entramado social no va por buen camino, y aquí y allá algunos ciudadanos sensibles y de buena voluntad tratan de hacer algo positivo, y crean organizaciones no gubernamentales de bien público con objetivos altruistas y rimbombantes, que muchas veces hacen buenos diagnósticos de situación, pero que suelen ser endebles en cuanto a generar propuestas prácticas, realistas, viables.

Estas buenas intenciones, estas altruistas propuestas, estas sonadas y valientes denuncias, muchas veces chocan con los grandes intereses, y también chocan con intereses particulares varios en los niveles medios, medios-bajos, y aún bajos, y también se enfrentan a diferentes inconvenientes de implementación. Y por cierto, planes excelentes duermen el sueño de los justos, por no ser políticamente viables o sindicalmente aceptables, y/o por no contar con la bendición de los grupos de poder.

Se es románticamente altruista y supuestamente desinteresado, pero frecuentemente se pide ética y control para los otros, y se evalúan indulgentemente las propias faltas, las propias avivadas y prebendas, los propios negociados, las propias acciones irregulares o ilegales, los propios desvíos, las propias conveniencias oportunistas.

Se discute, se discute, se discute, se hacen muy bonitos discursos y muy floridas convocatorias, y a los niveles ejecutivos elevados rige la inoperancia, el desconcierto, la inacción, ir llevando la cosa con cambios menores, tratando de conservar el rol ganado y los privilegios acordados, y pasando las papas calientes a los que luego vendrán. La idea en muchos casos es la de siempre: “Modernicemos todo lo que sea necesario, enmendemos todo lo que haya que enmendar, para que así las cosas puedan desarrollarse aproximadamente en los mismos carriles de siempre”; “Cambiemos a través del discurso y cambiemos por fuera, para que así nada cambie”.

El tema planteado por cierto es exageradamente extenso y complejo, y por lo tanto, por razones prácticas y para conservar un hilo conductor, en el presente escrito centraremos particularmente nuestra atención en torno a una iniciativa que tiene sus méritos así como sus falencias, y que ha generado variadas expectativas en diferentes ámbitos geográficos y sociales: ATTAC.


UN GRUPO SOCIAL DE PRESIÓN CIUDADANA QUE GERMINÓ EN FRANCIA

Como ya hemos indicado, en la presente documento particularmente nos referiremos a ATTAC, una iniciativa surgida en tierras europeas en 1998, formalmente fundada el 3 de junio de ese año, y que hoy día se ha extendido por diferentes países y regiones con éxito y continuidad algo dispares.

ATTAC es una sigla: «Association pour la Taxation des Transactions financières d’Aide aux Citoyens» (francés), «Asociación para la Tasación de las Transacciones financieras en favor de la Ayuda a los Ciudadanos» o «Asociación por una Tasa a las Transacciones financieras especulativas para Ayuda al Ciudadano» (español), y también “Action pour une Taxe Tobin d’Aide aux Citoyens” (francés), “Acción para una Tasa Tobin de Ayuda a los Ciudadanos” (español).

Aquí analizaremos algunos aspectos de este interesante emprendimiento, pero quienes deseen ampliar información al respecto, podrán hacerlo en los diversos sitios web oficiales de esa organización, y también por ejemplo en los espacios cuyas direcciones web de indican seguidamente: http://www.attacmadrid.org/ y también http://attac-info.blogspot.com/ y también http://latasatobin.blogspot.com/ y también http://www.aebu.org.uy/

La preocupación inicial de ATTAC se centró en muchas notorias incongruencias del sistema financiero a los niveles nacionales y al propio nivel internacional, y en una primera instancia particularmente se propuso un determinado gravamen, una determinada tasa, un determinado impuesto, que se aplicaría a las propias transacciones financieras internacionales (a los capitales que atraviesan las fronteras nacionales, y/o a los cambios o conversiones de una moneda a otra), para así tratar de restringir la volatilidad de los mercados de capitales, y para así combatir o de alguna manera controlar los capitales golondrina especulativos, y las crisis financieras localizadas o regionales, y para así tal vez impedir o atenuar el crecimiento alocado y malsano de las deudas externas de los países periféricos.


Aparentemente todo se inició en diciembre de 1997, a raíz de un editorial de Ignacio Ramonet publicado en “Le Monde Diplomatique” bajo el título “Desarmar los mercados”, en el que se promovía la aplicación de la llamada “Tasa Tobin”, así como la creación de un grupo de presión y sensibilización que actuase públicamente en pro de esta solución.

Y el 3 de junio de 1998 se fundó formalmente ATTAC, con la participación de numerosos miembros de la izquierda política y sindical francesa.

Hoy día esta institución está presente con una plataforma programática ampliada, en la mayoría de los países de Europa Occidental, así como en un importante número de países africanos y sudamericanos.

Dicha plataforma de temas y objetivos por cierto incluye la revisión de los mecanismos imperantes en la Organización Mundial de Comercio (OMC) y también en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), abarcando asimismo la posible reestructura del Fondo Monetario Internacional (FMI), del Banco Mundial (BM), del Grupo de los Ocho (G­8) y del Grupo de los Veinte (G-20), además de proposiciones varias concernientes a otros mecanismos internacionales de regulación y cooperación. Los citados son los principales ejes de preocupación de la referida institución social de bien público, y como se verá, este nuevo ámbito de expresión de los ciudadanos pone especialmente en la mira a los distintos mecanismos surgidos de los Acuerdos de Bretton Woods.

Corresponde destacar que ATTAC fue una de las principales organizaciones que promovieron el “NO” al “Tratado para establecer una Constitución Europea” (generalmente denominada “Constitución de la Unión Europea”).

ATTAC se opuso y se opone a la constitución europea, pues sostiene que ella tiende a reducir el poder del que disponen los electorados nacionales sobre las propias economías nacionales, y para contrarrestar este efecto así como evidentes situaciones de hecho, propone la supervisión y regulación de los mercados financieros, la eliminación lisa y llana de los paraísos fiscales, y también la reducción o condonación de las deudas externas de los países tercermundistas, por considerar la mayoría de ellas impagables e irregularmente generadas.

ATTAC es altamente crítica con los procesos de globalización a los que señala como formando parte del «neoliberalismo», aunque específicamente no se define como un grupo antiglobalización, puesto que defiende una política global y coordinada a través de la que aún los países menos favorecidos puedan acceder a la regulación de sus propios intercambios y a la defensa de sus intereses, en similar medida a lo que hacen los grandes centros del comercio y de las finanzas, así como los grupos que dominan el gran capital financiero internacional.

El funcionamiento de ATTAC obviamente es descentralizado a nivel financiero y técnico.

Las direcciones locales de ATTAC gestionan sus propias agendas y sus propios recursos, organizando encuentros académicos, conferencias y ámbitos de debate, y también realizando publicaciones así como diferentes acciones de sensibilización y propaganda, etcétera, etcétera.

De acuerdo a la situación política del entorno, y según las acciones y presiones de respuesta de los grupos neoliberales, las actividades de ATTAC se estructuran de manera muy variable a lo largo y ancho de los países donde se tiene presencia.

Obviamente el objetivo central es, en todos los casos y por encima de todo, la formación y la sensibilización ciudadana, a efectos de así permitir una oposición organizada e inteligente e instruida a la hegemonía uniformadora de la doctrina neoliberal, la que obviamente es impulsada y defendida por los grandes centros de poder. Se pretende partir de las bases para desde allí influir en las cúpulas; y se pretende convencer de que otro mundo es posible.

ATTAC descarta el uso de la violencia en cualquiera de sus formas para promover sus objetivos, y por ello también ha sido y es una de las organizaciones que se opone a las guerras y a cualquier tipo de lucha armada, opinando que estas acciones siempre terminan destruyendo riqueza y vidas humanas, y que además son depredadoras del medioambiente, absolutamente innecesarias, y perfectamente evitables.

Y ATTAC entiende con claridad que las decisiones salvadoras tienen que tomarse al nivel de los gobiernos y de los organismos internacionales, y por ello encamina su accionar también a nivel político, pero como se dijo, partiendo desde las bases y legitimando su accionar por las propias bases. Y por lo señalado, esta institución tal vez se ha politizado exageradamente y se ha embanderado ideológicamente.

Entre los miembros históricos más destacados de ATTAC de Europa y Norteamérica, corresponde destacar a Josian Barbosa Alemar, Bernard Cassen, Noam Chomsky, Susan George, Carlos Jiménez Villarejo, Arcadi Oliveres, Ignacio Ramonet, Daniel Raventós, etcétera.


EDITORIAL DE Ignacio Ramonet PUBLICADO EN “Le Monde Diplomatique”

Como ya se dijo, este interesante escrito fue publicado en diciembre 1997, y a pesar del tiempo transcurrido conserva totalmente su vigencia, por lo que explícitamente se recomienda su lectura en forma sincera.

Obviamente este documento se encuentra disponible en Internet. El texto original en francés puede ser consultado por ejemplo en la dirección electrónica que se indica seguidamente: http://www.monde-diplomatique.fr/1997/12/RAMONET/9665

Por su parte, la versión española de ese documento puede ser accedida a través de los enlaces que siguen: http://www.cibernous.com/perifericos/opinion/textos/attac1.html , http://www.attac.es/portalattac/index.php?Itemid=32&id=147&option=com_content&task=view

De este editorial simplemente rescatamos algunos pocos pasajes.

Por un lado y en relación a la Tasa Tobin, el articulista estima su producido en unos 166.000 millones de dólares anuales, si es que se aplica una muy moderada tasa del 0,1%. Este dinero, esta magnífica recaudación, perfectamente podría aplicarse con muy buenos destinos, por ejemplo para eliminar el hambre y las situaciones más angustiosas en el planeta todo.

En otro pasaje del escrito y adoptando cierto tono desafiante e inquisidor, el autor interroga al lector y se interroga a si mismo sobre si nuestras sociedades pueden soportar por mucho tiempo más el actual irregular estado de cosas: ««Les sociétés peuvent-elles longtemps tolérer l’intolérable? Il y a urgence à jeter des grains de sable dans ces mouvements de capitaux dévastateurs.»»

Es decir, la humanidad toda ha soportado por demasiado tiempo bolsones de pobreza y marginación, y está presionando tanto sobre el medio ambiente que puede llevar a la naturaleza a situaciones límite e irreversibles. Además, el narcotráfico es un negocio próspero, y el número de adictos crece. Y hay grupos empresariales así como también individuos y familias, que se enriquecen en grado superlativo especulando, sobornando para obtener favores y privilegios, y también dedicándose a actividades francamente ilegales. Y los movimientos de capitales están exacerbados y han adquirido dimensiones globales; y problemas en una parte del planeta pueden perfectamente afectar la situación general, pues los equilibrios son francamente inestables. La situación podría catalogársela de casi insostenible, casi insoportable, casi dantesca. Las cosas ya no dan para más, y no podremos prolongar la actual caótica situación por largo tiempo.

Y en otro pasaje de la nota se afirma: “De nombreux experts ont montré que la mise en oeuvre de cette taxe ne présente aucune difficulté technique” (en español: “Numerosos expertos han mostrado que la implementación de este impuesto no presenta ninguna dificultad técnica”).

Precisamente esta última afirmación es un poco más controvertida, es materia opinable, y sobre ella planteamos nuestras reservas. Nuestra posición personal es que la Tasa Tobin perfectamente puede ser aplicada y con excelentes resultados, pero a condición de introducir muy importantes reformas en el sistema financiero, y a condición incluso de cambiar la propia naturaleza del dinero, pasando a utilizar el llamado dinero telemático (dinero digital, también nominativo, y con posibilidades de permitir seguimiento de largas cadenas de transacciones). Además, obviamente será necesario sobreponerse a las muy fuertes restricciones de tipo político-social-gremial.

Nótese que es un hecho que a nivel internacional no se conseguirán adhesiones unánimes para implantar este mecanismo impositivo propuesto originalmente por James Tobin, por lo que habrá que pensar que en un inicio el mismo no podrá tener vigencia mundial, y ello obligatoriamente supondrá una aplicación de tipo progresivo y extendida en el tiempo. En siguientes secciones trataremos este importante asunto con más detalle, pues muy probablemente la clave del éxito está allí, en el acierto de los detalles de implementación, y en la inteligencia y gran mesura desplegadas en las etapas de transición. Probablemente de esos aspectos dependerá que la Tasa Tobin finalmente se haga o no realidad.


CRÍTICAS A ATTAC, Y REALIDADES DISPARES EN LAS DISTINTAS FILIALES NACIONALES DE ATTAC

Por cierto, las políticas económicas promovidas por ATTAC han sido severamente criticadas tanto por directivos de organizaciones internacionales como por economistas de fuste, argumentando que de hecho ellas constituyen un mecanismo proteccionista ya ensayado y probado inconveniente.

En efecto, de acuerdo con las argumentaciones más corrientes, el proteccionismo y el paternalismo bien podrían perjudicar a las propias naciones que se dice querer proteger y defender, pues podrían tener como efecto desincentivar la inversión en los países pobres o inestables, y/o eventualmente entorpecer en ellos el desarrollo de un eficiente sector productivo, y/o tal vez dificultar una sana especialización geográfica y por país a nivel internacional.

Los partidarios de ATTAC obviamente no concuerdan con estos reproches, señalando que los beneficios de la liberalización en muchos casos se retienen en muy escasa medida para los productores locales y los trabajadores locales, y que el establecimiento de un umbral mínimo de prosperidad es esencial, antes de poder pensar en rebajar las medidas de protección a los grupos productivos nacionales con más falencias y debilidades.

Los grupos locales de ATTAC de América del Sur, por su parte, se han caracterizado por una fuerte politización de sus actividades y movilizaciones, de cuyas respectivas agendas se destaca la oposición generalizada al “Acuerdo de Libre Comercio de las Américas” (ALCA), así como el rechazo más o menos abierto a los acuerdos bilaterales de cooperación conocidos como “Tratados de Libre Comercio” (TLCs), especialmente de aquellos en que una de las partes sea Estados Unidos de América, el gigante del norte.


Se justifica esta oposición y este rechazo, argumentando que este tipo de acuerdos terminan implementando condiciones bastante desventajosas para los países más débiles, léase las economías latinoamericanas, que son notoriamente más frágiles que la consolidada economía estadounidense, y por tanto se estima entonces notorio que Latinoamérica sea muy vulnerable a la libre circulación de capitales, y a la progresiva desgravación arancelaria, y a una más libre y ampliada competencia.

Además, acuerdos y tratados como los mencionados con frecuencia incluyen cláusulas relativas a la resolución de conflictos comerciales, aspectos que se suelen pactar se diluciden y resuelvan en ámbitos arbitrales extraterritoriales (por ejemplo el CIADI, órgano dependiente del Banco Mundial), y esto por cierto también se estima un retroceso pues se pasa así a depender de jurisprudencia no nacional.

También los distintos grupos de ATTAC de América de Sur han abordado diferentes aspectos de la deuda externa señalándolos como problemáticos para sus respectivos países, porque se argumenta no sin razón que se genera gran dependencia respecto del capital financiero, el que obviamente tiene origen en los países centrales de Europa y Norteamérica.

Una de las últimas temáticas incorporadas por ATTAC en el continente americano, concierne las negociaciones y los acuerdos debatidos en el ámbito de la “Organización Mundial de Comercio” (OMC), aspectos que en Europa están en agenda desde hace ya cierto tiempo, pero que en América del Sur tienen una relevancia y una trascendencia algo más reciente.

En América Latina se han conformado grupos de ATTAC al menos en Argentina, Bolivia, Brasil, Canadá, Costa Rica, Colombia, Chile, Ecuador, Perú, Uruguay, y Venezuela, aunque los respectivos niveles de organización y de actividad son desparejos, y a veces afectados por períodos de inactividad. En líneas generales estos grupos por cierto mantienen contactos entre sí y con sus pares europeos y de EEUU.

En Argentina, el grupo local de ATTAC fue uno de los principales impulsores, junto con otras organizaciones sociales, de una expresión de opinión popular contraria a la entrada de dicho país al ALCA (“Área de Libre Comercio de las Américas”), la que se desarrolló en el año 2003 a través de la recolección de firmas de adhesión. Esta acción tuvo relativo éxito y logró numerosos apoyos, aunque obviamente tuvo más bien carácter simbólico, pues esa era una petición no vinculante para el Gobierno.

Acciones de protesta y rechazo de similar estilo, también realizadas en otros países latinoamericanos, contribuyeron sin duda al estancamiento del ALCA, hasta llegar a su virtual paralización a partir de la “IV Cumbre de las Américas” realizada en la ciudad argentina de Mar del Plata en el período 4-5 noviembre 2005.

En dicha oportunidad, numerosas agrupaciones sociales organizaron en forma autónoma y paralela la “III Cumbre de los Pueblos”, dentro de la cual ATTAC fue una de las entidades convocantes y organizadoras.


OPERATIVIDAD MUY DISPAR DE ATTAC SEGÚN LOS PAÍSES

La gran fortaleza de ATTAC radica en sus muy razonables postulados, y por cierto también en la vehemencia y actividad y elocuencia de algunos de sus referentes.

Y sus falencias por cierto son la fragilidad de sus fuentes de financiamiento, así como el nivel irregular y desparejo de su militancia, y así como la excesiva politización de sus banderas. Al politizarse exageradamente, esta estructura no solamente aleja a quienes no comulgan con las ideas de izquierda, sino que además las razones principales de sus actividades y movilizaciones, pasan entonces a estar muy influidas por las cuestiones políticas locales circunstanciales, y no tanto por los postulados fuertes de ATTAC.

Siendo esa la realidad y pasado el eventual fervor político momentáneo, también decae el entusiasmo por enarbolar las banderas de ATTAC, y se entra entonces en la inactividad, en el marasmo, en la inacción, en la indiferencia.

Posiblemente esto último fue lo que ocurrió en Uruguay. Y como el caso tiene cierto interés, en lo que sigue pasaremos a describirlo fundamentalmente a través de la opinión de Jorge Aniceto Molinari, quien es ex dirigente gremial de AEBU (Asociación de Empleados Bancarios del Uruguay) y actual miembro titular en el Consejo Honorario de la Caja Bancaria, y quien participó en la propia fundación de ATTAC-Uruguay. Desde el punto de vista político Jorge Molinari se define como militante frenteamplista, puesto que incluso participó en las propias reuniones fundacionales del Frente Amplio (coalición de movimientos políticos izquierdistas en Uruguay). Y desde el punto de vista académico-conceptual y filosófico-ideológico, esta persona se define como partidario de la moneda única y universal, como defensor del impuesto a las transacciones financieras, como militante activo de ATTAC, y como un estudioso y un seguidor del camino marcado por Carlos Marx, particularmente en el sentido de pensar que un mundo mejor es bien posible.

Recogemos el pensamiento de Jorge Molinari de un escrito suyo que tiene por título “Un fantasma recorre el mundo”, el que fuera publicado el 11 noviembre 2009, en el sitio web cuya dirección se indica: http://www.cajaencrisis.blogspot.com/

El sitio web que viene de citarse, corresponde al blog titulado “La COSAdelasCOSAS – Uruguay.alsur”, espacio virtual donde hay abundante información sobre AEBU y sobre La Caja Bancaria del Uruguay, y cuya orientación declarada es: ««Nos ocupan temáticas de índole política o social, en nuestro país y en el mundo. Hoy, las ideas se necesitan para que la sociedad avance hacia otro mundo que es posible, en donde lo impositivo debe estar en base al giro del dinero y no del trabajo. La Tasa Tobin cobra vigencia ante la crisis financiera; hoy se discute. La vida impone la moneda única. Carlos Marx cada día está más vigente, y acredita más razón en un tiempo en que la confusión nos rodea. Habitamos un mundo en vías de parto.»»


Jorge Molinari expresa en dicho escrito, que él acudió en representación de la institución gremial AEBU (“Asociación de Empleados Bancarios del Uruguay”) y junto con el compañero Leonardo Di Doménico, a una reunión convocada entre otros por la compañera Adriana Vayra (de la “Red de Mujeres Emprendedoras Winner”), a efectos de iniciar el movimiento ATTAC en Uruguay.

Esta reunión se realizó en octubre 2000 en el Paraninfo de la Universidad de la República (UDELAR), y a ella concurrieron muy conocidos especialistas, entre los que corresponde destacar al economista Julio César Gambina (Argentina), al también economista Daniel Olesker Gerstenfeld (Uruguay), y al cientista Rodrigo Arocena Linn (Uruguay).

Y el Semanario Brecha oportunamente destacó la realización de este evento en titulares.

Hubo adhesiones públicas y telegramas de felicitaciones, resaltándose el apoyo a esta iniciativa de la representante nacional Margarita Percovich así como de la mesa ejecutiva del propio Partido Socialista del Uruguay, quienes prometieron trabajar al interior de la coalición Frente Amplio, para favorecer un pronunciamiento positivo en el seno de esa fuerza política.

ATTAC-Uruguay participó en dos reuniones latinoamericanas, una realizada en Bolivia, y otra realizada en noviembre 2002 en Venezuela. En esta última, el propio Presidente Hugo Chávez recibió a los delegados latinoamericanos y franceses en el Palacio Miraflores, manifestando su apoyo personal a ATTAC y a su ideario.

Y durante algunos años ATTAC-Uruguay desplegó gran actividad. Se concurrió a varias Juntas Departamentales a efectos de sensibilizar a los referentes políticos allí reunidos, destacándose en este sentido la reunión del día 12 abril 2002 en la Junta Departamental de Soriano. También se trató de aumentar el número de adherentes, y se hicieron frecuentes reuniones de trabajo.

El economista César Failache desde su cátedra de la Facultad de Derecho de la Universidad de la República, también apoyó la difusión de este emprendimiento, para lo cual entre otras cosas organizó un seminario donde se rindió homenaje al Premio Nóbel de Economía James Tobin.

Y también algunos compañeros participaron en los Foros Sociales Mundiales, agrega Jorge Molinari.

Pero la crisis económica del 2002 pegó duro y conmovió a todos, y por cierto repercutió negativamente en ATTAC-Uruguay.

El mundo seguía andando, el comercio estaba activo en distintas partes del mundo, las corrientes neoliberales arreciaban con el impuesto al trabajo y al consumo, y por cierto mucha gente no quería que se les mencionara siquiera la posibilidad de un impuesto adicional, que eventualmente y además pudiera ahuyentar la localización de inversiones en el país.

En consecuencia, el movimiento ATTAC en Uruguay se fue diluyendo, fue perdiendo fuerza, y los compañeros nucleados en torno a la idea, se encaminaron a apoyar otros candentes temas a través de otros mecanismos institucionales y otras formas de movilización, como manera de así concretar sus ideales político-sociales.

Y por nuestra parte en AEBU, –sigue expresando Jorge Aniceto Molinari– estábamos acuciados porque la crisis de la seguridad social llegaba, y prácticamente empobrecía y tornaba ingobernable e inviable a la Caja Bancaria.

Desde el Gobierno de Jorge Batlle, se sentenciaba que no debíamos salir a defender las jubilaciones bancarias pues ellas eran mejores que las que recibían otros sectores de la población.

Y nosotros en AEBU, –sigue afirmando Jorge Aniceto Molinari– convencidos que una mejor estructura social es posible, recorrimos todo el país señalando que la crisis de la seguridad social, en el mundo, es resultado del informalismo así como de un régimen tributario corrupto promovido desde la política neoliberal, y enormemente afectado por la realidad de los paraísos fiscales. Y afirmamos y enfatizamos, en el mundo todo, pues nos alejamos de la actitud hipócrita de hablar de zonas o de países que son paraísos fiscales, dejando implícito por tanto que otros países o que otras zonas no lo son.

Desde AEBU hemos mostrado de mil maneras cómo circula el dinero en el Uruguay y en el mundo, y cómo otra grave crisis no tardaría en desencadenarse, lo que obviamente a partir del año 2008 resultó palpable y real. Pero desgraciadamente esa opinión no fue muy tenida en cuenta. En la actual situación socioeconómica general las crisis son recurrentes, y cada poco ellas se reiteran.

A los tumbos se logró para la Caja Bancaria una importante solución, acordada con el gobierno frenteamplista y el respaldo unánime de su bancada parlamentaria, y con el voto en contra de la oposición con excepciones, lo que alejó el peligro de su quiebra inminente, y lo que dio un horizonte de estabilidad, en medio de los temores por los coletazos de la crisis.

Pero quedó una asignatura pendiente, que ya no corresponde al gremio bancario ni únicamente al propio país, sino al conjunto de la sociedad: “La transformación del sistema impositivo en su conjunto, y la refundación de una nueva seguridad social”. En declaraciones recientes, el propio Gordon Brown señala a la Tasa Tobin como una posible salida a la crisis del sistema bancario, para que con una conveniente reforma éste pueda seguir funcionando en condiciones similares a las actuales.

Y ya terminando, y ya en el final, Jorge Aniceto Molinari concluye su exposición con las siguientes ideas.

Desde AEBU nosotros evaluamos este mecanismo de la Tasa Tobin como una necesidad de la humanidad, a efectos de con él iniciar un cambio sustancial. Queda muy claro que una imposición de este tipo se puede, que una imposición de este tipo es posible.


CARTA ABIERTA DE Jorge Aniceto Molinari A Barack Hussein Obama

A efectos de mejor completar el pensamiento y la ubicación político-filosófica de Jorge Molinari, a continuación transcribimos el texto medular de una carta abierta que con fecha 11 diciembre 2008 esta persona dirigiera al propio Presidente de EEUU, Barack Hussein Obama.

En mi condición de ciudadano de Uruguay, nacido en Paysandú hace 69 años, con 38 años de trabajo bancario y ahora jubilado, y desempeñándome actualmente como Consejero Secretario Adjunto del Consejo Honorario de la Caja de Jubilaciones y Pensiones Bancarias, con una extensa actividad militante, política, y sindical, en el ámbito de mi país, hijo mayor de un humilde carpintero, me tomo el atrevimiento que espero sepa disculpar, de dirigirme a usted.

En primer lugar quiero desearle el mejor gobierno posible, por su pueblo y por todos los pueblos del mundo.

No es mi deseo reclamar ni reivindicar nada. Todo lo que ha vivido la humanidad es importante; y con seguridad, estudiosos de todas las ramas del saber científico, encontrarán material para ayudarnos a transitar hacia el futuro, y evaluarán con justicia cada uno de los hechos ocurridos y transcurridos.

Pero mi intención principal es llegar a usted, para señalarle algunos aspectos que considero fundamentales para que la humanidad supere la presente crisis que sin duda es la mayor de la historia.

Hay gente que lo tienen todo claro; de un lado están los buenos y del otro los malos. No es mi caso, no opino así. Pero sí creo que las circunstancias nos ponen a cada uno en situaciones de decidir, y como en su caso, decidir la suerte de millones de seres humanos.

Así como un médico debe decidir la suerte de su paciente, el Presidente de EEUU decide con sus acciones la suerte de millones de seres humanos en el planeta. Y mi preocupación destacada, es qué debe y qué puede hacer usted para cambiar, en beneficio de la gente, un avance que se revela fecundo y prodigioso en materia científica, en medio de la mayor crisis económica de la historia.

Permítame pues en medio de la incredulidad de la inmensa mayoría de la inteligencia moderna, proponerle dos medidas que para mí son sustanciales para un giro muy positivo en la historia humana.

La primera, necesidad de implementar un signo monetario único y universal, aspiración y propuesta de Lord John Maynard Keynes a la salida de la segunda guerra mundial. Así como existe universalmente el metro, el kilo, el litro, también debe existir una unidad monetaria única, una unidad monetaria de referencia. Sé que lograr esto es una dura batalla, pero vale la pena encararla, sobre todo para los pobres del mundo, que son en última instancia los que no tienen medios para defenderse de los manejos financieros y resultan ser víctimas inocentes de los ajustes.

La segunda, directamente vinculada con la primera, es la imperiosa y urgente necesidad de radicalmente cambiar los sistemas impositivos del mundo. La revolución técnico-científica permite hoy día registrar totalmente los movimientos de dinero, y es sobre ellos que hay que aplicar el peso de la carga tributaria, para así poder eliminar o disminuir los impuestos al consumo y al trabajo.

Los inmensos recursos genuinos que este cambio impositivo genere, podrán ser utilizados en beneficio de la humanidad, con el control y la intervención democrática de la sociedad toda. Se estará entonces en condiciones de transformar en bellos jardines, lo que hoy son las residencias donde padecen la mayor parte de nuestros hermanos. Se estará en condiciones de transformar la propia vida humana.

Claro está que para la aplicación de estas medidas necesitamos más que nunca afirmar una política plena de paz y democracia, así como desarrollar en buena forma todas las instituciones que la sociedad se ha ido dando a través de su avance.

Estas medidas son las centrales, todo lo demás gira en torno a ellas: los paraísos fiscales, el lavado de dinero, la droga, la corrupción, la guerra, todas las formas de esclavitud, podrán ser controladas y superadas, si el pueblo tiene estos instrumentos fundamentales para avanzar.

La tremenda amenaza que para el mundo significa la actual crisis económica, junto con la fractura social de más envergadura de la historia, que impide el acceso de gran parte de la humanidad a los formidables avances que se han dado en todos los campos del conocimiento, sólo puede revertirse volviendo a la economía real.

El ejercicio pleno de la libertad humana parte del equilibrio y la justicia del sistema económico, y hoy como nunca antes en la historia humana, un Presidente de EEUU está en condiciones de dar pasos para un giro gigantesco en la historia de la humanidad.

He escuchado y leído sus principales discursos, creo en su palabra, y sobre todo en la emoción y sensibilidad de su pueblo, que también es el mío en tanto todos somos ciudadanos del mundo.

Lo mejor está por venir.

Con mis mejores respetos.

Jorge Aniceto Molinari

Caja de Jubilaciones y Pensiones Bancarias
Circunvalación Durango 314 – (CP 11600) Montevideo, Uruguay
Teléfonos: (5982) 915.2260 y 916.3771
Celular: (598) 99269868
Correo electrónico: molinari@cjpb.org.uy


RESUMEN DE LA EXPOSICIÓN DE Adriana Vayra Y Jorge Aniceto Molinari EN LA SESIÓN DE LA Junta Departamental de Soriano (en Mercedes, Uruguay) DEL DÍA 12 abril 2002, Y DEL POSTERIOR INTERCAMBIO DE IDEAS ENTRE EDILES E INVITADOS

ATTAC es un movimiento internacional extendido por Europa y por el mundo, que está formado por simples ciudadanos inquietos y preocupados, y que hoy día está presente en unos cuarenta países. Desde su fundación, ATTAC tomó como objetivo principal de alguna forma incidir sana y democráticamente en el sistema financiero mundial, o sea: (1) en los mecanismos y procedimientos que cotidianamente se aplican en las diferentes plazas financieras, (2) en las posibles reformas del sistema bancario y financiero, (3) en los temas referentes a las deudas externas de los países periféricos y a sus cíclicas y periódicas y perniciosas refinanciaciones, y por cierto también (4) en los asuntos vinculados al manejo del dinero y a la creación del dinero bancario, etcétera.

Esta propuesta específicamente surgió en el año 1997, a raíz de un editorial titulado “Desarmar los mercados” (título original: “Désarmer les marchés”), y publicado en “Le Monde Diplomatique” en la edición de diciembre de ese año.

Este escrito, este mensaje, concebido y redactado por Ignacio Ramonet, destacaba justamente la incidencia enorme que tienen los mercados financieros y las decisiones allí tomadas, en los escenarios políticos y económico-sociales de los diferentes países del planeta.

Y por tanto, y en consecuencia, en ese editorial se recomendaba formar un movimiento internacional, que estuviera a la altura de la actual coyuntura del mundo contemporáneo, que analizara cabalmente la problemática y las consecuencias y la complejidad de la globalización, y que de alguna manera tratara de controlar o de encausar los movimientos financieros más especulativos y negativos, a través por ejemplo de la aplicación de la llamada Tasa Tobin, que en el año 1972 propusiera el economista estadounidense James Tobin, quien en su momento fue asesor del Gobierno de John Fitzgerald Kennedy, y a quien en 1981 le otorgaron el Premio Nóbel de Economía.

El referido editorial tuvo un eco impresionante a nivel internacional, y en cuatro años ATTAC creció con una velocidad de diseminación por el mundo, que históricamente es difícil encontrar similar en algún otro movimiento social (lo que revela gran interés del tema). Rápidamente, en menos de un año, se replicaron grupos ATTAC en varios países europeos, y también se realizó el 11-12 diciembre 1998 el Primer Encuentro Internacional de Grupos-ATTAC, donde ya participaron a nivel personal integrantes de Argentina y de otros países latinoamericanos. Y allí, en esa reunión, se redactó y aprobó la plataforma internacional del Movimiento ATTAC.

Y a partir de esos acontecimientos, este movimiento internacional siguió creciendo. Conviene aclarar que esta estructura social no es un partido político ni pretende serlo, pues está integrado por ciudadanos adherentes a estricto título personal a los postulados de ATTAC, más allá de la circunstancia que por cierto allí no se inhibe la participación de políticos, de sindicalistas, de escritores, de líderes sociales, de periodistas, y de otras personas que eventualmente y en forma pública pudieran estar ideológicamente definidas y comprometidas. Por otra parte y ya pensando en las instancias electorales, se aclara también que ATTAC siempre va a inhibirse de apoyar o proponer cualquier candidatura en cualquier país del mundo.

ATTAC es un movimiento ciudadano que se forma en cada nación a impulso espontáneo y personal de individuos sensibles e interesados; por lo menos la formación de ATTAC-Uruguay ha tenido esa génesis.

En Uruguay varias personas leyeron el antes aludido editorial de Ignacio Ramonet en “Le Monde Diplomatique” así como algunos otros partes de prensa, la idea interesó y comenzó a difundirse a través del boca a boca, y finalmente y una vez cumplida esta etapa preparatoria, se concretó el grupo ATTAC-Uruguay, al cual adhirieron sectores y personas realmente de perfiles muy diversos.

ATTAC tiene un funcionamiento totalmente horizontal, y no hay una cabeza de la red a nivel internacional; no porque se haya constituido ATTAC en Francia, nosotros en Uruguay debemos tener, de alguna manera, alguna concordancia específica o alguna subordinación o dependencia con las decisiones y acciones que se tomen en Francia. Cada país es autónomo. Cada Grupo ATTAC es autónomo.

Para ser miembro de ATTAC o formar parte de la Asociación, alcanza con adherir a la plataforma internacional del movimiento.

ATTAC significa –se omitió mencionarlo y es importante– “Asociación por una Tasa a las Transacciones financieras en Ayuda a los Ciudadanos”.

Otros objetivos, además de proponer la Tasa Tobin, –que es una idea-acción, una propuesta que conlleva una orientación y una filosofía– es plantear temas de debate alrededor de cuestiones financieras, de manera de funcionar como un estimulador de la democracia, dirigiéndonos siempre directamente a los ciudadanos para que ellos propongan, para que ellos actúen, para que ellos reclamen, para que ellos debatan.

ATTAC considera y cree profundamente en la democracia, y todos sus planteos se apoyan y buscan siempre ser llevados adelante por representantes elegidos, así es que en distintos países se han conformado “Comités” de parlamentarios y también de representantes locales, quienes más allá de su propia ideología y de su propia filosofía, han participado en interesantes y prometedores grupos de trabajo.

Para organizar y concretar la señalada realidad se partió de un abierto llamado internacional a los parlamentarios. Y actualmente se llevan reunidas más de 850 firmas de distintos parlamentarios de diferentes países. Por su parte, otro llamado a nivel de economistas ha conseguido ya la adhesión de alrededor de 500 economistas.

Digamos que a esta altura ATTAC y la propuesta de la Tasa Tobin, que en esencia significa cobrar un pequeñísimo 0,1 % como impuesto a los capitales financieros a corto plazo, se ha convertido un poco en el símbolo de todos aquellos ciudadanos que desean que sea nuevamente la política y los planes de desarrollo a nivel nacional los que predominen en nuestras vidas, y no como ahora, que las finanzas son las que dominan y se imponen a la economía, y que la economía es la que domina y condiciona a la política.

Se considera que alrededor del noventa por ciento de los movimientos de capitales en el mundo son de origen especulativo o tienen una finalidad especulativa, y por tanto sólo una mínima parte del flujo internacional de capitales está realmente destinado a la producción y a la inversión y al comercio; obviamente y con total certeza, es la especulación la que en ciertos momentos desestabiliza a los países.

Este es un poquito el sentir de toda la gente que se ha arrimado a la institución de bien público que aquí nos ocupa. ATTAC es una consigna, y quienes allí estamos, queremos reapropiarnos nuevamente de nuestro futuro, y volver a decidir como lo ha hecho siempre la humanidad desde la antigüedad. Hay una evocación bíblica que se ha escuchado ahora de nuevo, y que se refiere al Jubileo, que existía en la antigüedad en el código ético-económico israelí, e implicaba que cada cincuenta años se devolvían las tierras a los campesinos, se liberaban los esclavos, y se cancelaban las deudas, porque así se reconocía implícitamente que el mercado librado a sí mismo era productor de injusticias, de diferencias. Y entonces, cada cincuenta años se hacía tipo “borrón y cuenta nueva”; y tanto era así que este procedimiento los judíos lo instituyeron en su código ético-religioso, para que así tuviera valor de ley.

Siempre los humanos nos reunimos alrededor de un proyecto político. Hoy en día la economía pasó a ser en sí misma un importante componente de cualquier proyecto político, y eso es lo que posiblemente crea esas enormes distorsiones que castigan, fundamentalmente, a nuestro país y al resto de los países periféricos. Y ligado a todo esto, se pone en evidencia que la política impositiva hoy día adoptada, resiente y debilita esta situación. Si bien los impuestos inicialmente fueron planteados como una palanca para el desarrollo, también pueden transformarse en un instrumento para el retroceso, o sea los impuestos pueden servir para que el país trabaje y crezca, o como ahora, para estrangular a productores y trabajadores.

Entonces es en esta óptica que nosotros encuadramos a la Tasa Tobin como un impuesto, tal vez el primer impuesto que directamente piden los ciudadanos, y además, para que sea aplicado en el mundo entero. Lo que implica este mecanismo sin duda es justo porque estamos pidiendo que paguen aquellos que casi nunca pagan. Y es justo que el gran capital pague, porque muchos capitalistas y muchos fondos de inversión se han enriquecido especulando con nuestras monedas, como si se estuviera en un casino, y porque a través de los años así se crearon grandes desestabilizaciones a los niveles nacionales, a veces, desestabilizando regiones enteras sobre todo en ciertas zonas del Tercer Mundo.

Esos son en líneas generales los fundamentos de ATTAC y de nuestra propuesta. Quienes participamos y adherimos a esta institución no queremos solamente quejarnos diciendo: “Ay, qué horrible que están las cosas”, sino que también venimos con una propuesta concreta, que creemos sirve para recobrar el poder sobre nuestra política y sobre nuestras decisiones. Y por lo tanto, tenemos la visión que somos una asociación de ciudadanos orientada a reforzar al sistema democrático.

Siempre es una enorme satisfacción poder compartir estas reflexiones con un organismo vivo de la vida política de los pueblos, como son sin duda las Juntas Departamentales, que en Uruguay en especial están muy cerca de la gente.

Nuestra intención es fundamentalmente que haga carne la comprensión de un fenómeno que no es sencillo, pero que sin duda preocupa tremendamente a todos.

ATTAC surgió para proponer un impuesto, increíblemente su objetivo principal es ese. En este momento, el gran flagelo que están sufriendo los países, se vincula a los desequilibrios surgidos a raíz de los problemas impositivos y fiscales, además del costo de la seguridad social, que particularmente se plantea en Uruguay con amplitud inquietante. Frente a este alto cuerpo venimos pues a propagandear una idea que está inundando el mundo, y que está en plena discusión especialmente en los propios países desarrollados, desde donde se observa en ciertas zonas del mundo el declive de la atención a determinados problemas generales de la sociedad, léase educación, vivienda, salud, agua potable, saneamiento.

Y fundamentalmente en Europa, en Estados Unidos, en Canadá, en Japón, la discusión de este tema significa en cierta medida cambiar el rumbo de las cosas como se vienen planteando hasta ahora.

La gran virtud del catedrático norteamericano James Tobin, fallecido recientemente el 11 marzo 2002, fue pensar en la necesidad de crear impuestos universales que trascendieran las fronteras nacionales, y que se aplicaran en todos los países o en la mayoría de los países. Es necesario hacer algo para ganarle a esa incontenible y muy activa tormenta financiera que cada vez actúa mucho más eficientemente y mucho más coordinadamente, apoyándose tanto en las hoy día eficientes comunicaciones como en otros sofisticados desarrollos tecnológicos. Los movimientos de capitales están cada vez más activos en el mundo, y no paran en ningún momento del año, son permanentes, y por momentos tremendos y exacerbados, porque suceden hechos inesperados como por ejemplo los luctuosos acontecimientos ocurridos en EEUU el 11 septiembre 2001, y entonces se viven momentos de locura y de desconcierto, entran en ebullición las transferencias financieras, y las cotizaciones bursátiles suben y bajan en cuestión de minutos. En esos momentos especiales de desconcierto o alarma, el gran capital parece querer sacar partido, y en esa lucha de guante blanco con frecuencia el grande se fagocita al chico pues suele cometer menos errores, y entonces hay tendencia a la concentración de riqueza cada vez en menos manos.

El Profesor James Tobin pensó en poner un grano de arena a los engranajes financieros, para en algún sentido tratar de cambiar la situación que viene de plantearse. Y entonces pensó en crear un mecanismo de regulación de las conversiones monetarias especulativas, de regulación del mercado financiero internacional. Este postulado, este objetivo, fue hecho suyo en Francia, creándose en 1998 el primer grupo ATTAC. Después fueron surgiendo iniciativas similares en el resto del mundo, y hoy día esta asociación de ciudadanos ya tiene presencia en alrededor de 40 países. Además esta posibilidad de aplicación de la llamada Tasa Tobin fue extensamente discutida en el propio Parlamento Europeo, en donde faltó poco para que la iniciativa fuera aprobada. En esa oportunidad la reticencia a aprobar este mecanismo únicamente en el ámbito europeo, se centró en que muy posiblemente si ello se concretaba, las transacciones financieras se irían fuera, evitarían pasar por Europa, lo cual podría perjudicar entonces a esta región en variados aspectos. La concepción que primó fue la de mantener la presente situación, fue la de mantener el “status quo”, hasta que hubiera condiciones favorables para implantar este instrumento al nivel del mundo todo. Y ese es uno de los importantes dilemas que hoy día tenemos sobre la mesa, porque sucede que el movimiento de capitales en el mundo es de tal naturaleza y tiene tales inclinaciones, que se acumulan en o transitan por aquellos lugares donde existe menos carga impositiva y donde existe menos posibilidades de control y de supervisión, y es así como han surgido los llamados “paraísos financieros” que a través de una remuneración mínima, permiten a los grandes y medianos financistas explotar cómodamente las lagunas y diferencias normativas vigentes en los distintos Estados-nación.

Cierto, analizada la cuestión, bien se podría argumentar que si en Uruguay se aprobara un impuesto parecido, el efecto bien podría ser que los capitales y que las inversiones se fueran de Uruguay. La única solución viable parecería ser pues crear este instrumento a nivel universal, a nivel general, o al menos a nivel regional. Cierto, esta propuesta parece ser una utopía, parece ser algo propio de otra realidad, pero lo que debe tenerse en cuenta es que las grandes transacciones financieras a nivel mundial se realizan en ocho grandes centros financieros, y por cierto hoy existen medios técnicos como para aplicar este mecanismo con bastante seguridad, y así poder disminuir la presión impositiva en los países que sufran problemas graves de desequilibrios internos. Bien se podría aflojar la carga impositiva en los países que tengan estos desequilibrios, creando algunos instrumentos universales, y por esta vía gravando operaciones y riquezas que hoy día y por distintas razones tienen menores cargas tributarias, porque logran evadir parte de sus compromisos fiscales, porque aprovechan distintas lagunas normativas, etcétera.

ATTAC no es un movimiento político ni pretende serlo, es simplemente una idea y una aspiración que ha hecho carne en un conjunto de ciudadanos bien intencionados y bien inspirados.

Y acto seguido señalamos un hecho que tiene gran importancia para Uruguay.

Indudablemente nuestra sociedad ya vivió procesos similares al que hoy día estamos sufriendo, y particularmente durante las etapas iniciales de la llamada revolución industrial. Cuando surgió y se afianzó la revolución industrial, en el siglo XIX y aún en parte a principios del siglo XX, los países entraron en una eclosión interna y una conmoción social tremenda, porque cada empresario lograba imponerse a sus competidores cuanto más lograba explotar a sus trabajadores, cuanto mayor concentración de capital lograba disponer, y cuanto mayores innovaciones lograba aplicar. Frente a cada grupo industrial surgía otro que competía con él, y luego surgía un tercer grupo que se planteaba competir con ambos a toda costa, y los países se convertían entonces en un hervidero de enfrentamientos sociales y de despiadadas competiciones empresariales.

Y en su momento en Alemania, durante la administración de Otto Eduard Leopold von Bismarck, nació la seguridad social moderna con la Ley de Seguro de Enfermedad de 1883. ¿Qué significó este adelanto, qué significó esta innovación? Significó imponer reglas comunes para las empresas industriales y comerciales, para que la competencia entre ellas se desarrollara en forma más sana y con menores consecuencias sociales negativas, y para que cada grupo industrial y comercial desarrollara más tranquilamente sus propias capacidades, sin esperar golpes bajos de sus concurrentes, y articulando mecanismos para que los trabajadores pudieran al menos tener condiciones mínimas y básicas. Es así que nació la previsión social, como una iniciativa de ámbito nacional. Y tal es netamente este mecanismo una expresión de nivel nacional, que el Uruguay tiene el orgullo de estar a la vanguardia en legislación social desde principios del siglo XX. Es decir, el Uruguay rápidamente, con una organización política que estaba al tanto de lo que sucedía en el planeta, adquirió los elementos de la seguridad social del mundo y los aplicó bastante bien.

Pero lo relatado pasó a fines del siglo XIX y principios del siglo XX. Hoy los problemas ya no son internos de los países, no son nacionales sino internacionales, y entonces hay que crear un instrumento de recaudación internacional que permita abordar y suavizar esta competencia terrible a nivel mundial que se da entre los Estados y las grandes empresas multinacionales. Cuando nos dicen que hay que comerciar, que hay que competir, debe pensarse que es lógico que hay que hacerlo, pero para competir hay que bajar costos, y para hacerlo hay que pagar menos de lo que pagan los que menos pagan. Sin duda esto es una cadena sin fin que hace que la gente sufra el hecho de tener que cumplir con los tributos, o sea con la carga impositiva del Estado, y además tener que competir con productores rivales, y no tener horizontes claros, porque la competencia esa en la que estamos embarcados en el tiempo presente no tiene horizontes muy definidos, porque al menos por momentos el enfrentamiento, el antagonismo, es despiadado y exacerbado.

El Impuesto Tobin, la Tasa Tobin, lleva a tierra el problema y toca un elemento extremadamente sensible, que es el capital financiero, el funcionamiento del capital financiero en el mundo. Éste es el gran tema, el gran problema que está planteado.

En la Asociación de Bancarios del Uruguay todos los días estamos lidiando con este tipo de problema, absolutamente todos los días del año. Se pone un impuesto en el país al capital financiero, y éste se va. Y si no se le cobra, significa una terrible desventaja frente a los sectores productivos, porque el consumidor es el que con mucha frecuencia debe soportar una pesada carga impositiva mientras el capital financiero no suele estar afectado por esta carga, y como si esto no fuera poco, en la mayoría de los casos el capital financiero se aplica a la especulación (o sea, a actividades con muy poco retorno social), y además, a veces también evade impuestos o participa en actividades francamente ilegales. Y estas situaciones, en el caso de la Tasa Tobin, significaría que el que hace diez o más operaciones diarias, debería pagar impuesto por cada una de ellas, lo cual obviamente desestimularía la actividad especulativa, y libraría muy importantes masas monetarias que podrían ser aplicadas a actividades productivas, dando un panorama bien distinto al que hoy día tenemos.

La perspectiva actual sin duda es terriblemente desgarradora para el conjunto de la sociedad. Y tanto es así, que la Tasa Tobin ha sido apoyada por muchos connotados referentes sociales y políticos, desde el Jefe de la Iglesia Católica Su Santidad Juan Pablo II, hasta el Presidente de Cuba Doctor Fidel Alejandro Castro Ruz, y también hasta el propio Presidente de Brasil Fernando Henrique Cardoso, etcétera.

Es decir, fundamentalmente lo que necesitamos es un conjunto de voluntades que empujen, para que Uruguay se encuentre dentro de los sectores internacionales que pujan para que este cambio tome forma, tome color, para que efectivamente se aplique con solvencia operativa.

Por supuesto que surgen un montón de cuestiones y de inquietudes que se plantean a partir de la aplicación de la Tasa Tobin: ¿Cómo se cobraría? ¿Dónde se cobraría? ¿Cómo se recaudaría? ¿Cómo se distribuiría y a través de qué organismos? Bueno, eso hay que resolverlo y hay que hacerlo democráticamente, y hay que discutirlo, y en realidad ya se está discutiendo en Europa y en Estados Unidos de América, y también en los niveles universitarios y académicos.

Ese es el gran desafío que está planteado. ¿Por qué ATTAC-Uruguay recurre a la Junta Departamental de Soriano? Por una razón muy sencilla: “Entendemos que es absolutamente imprescindible que desde abajo, desde los sectores más directos de vinculación de los partidos políticos con el pueblo, se tome conciencia de todo esto. No para que lo tome específicamente el “Partido A”, o el “Partido B”, o el “Partido C”, pues lo ideal sería que lo tomara el conjunto de la propia Junta Departamental, y que lo propagandeara, y que lo discutiera, y que lo pusiera en debate y en agenda. Los miembros de ATTAC estamos a disposición para colaborar, pues nuestro objetivo no es imponer ATTAC por encima de todo, sino que nuestra meta es que la idea camine, que la idea se desarrolle y se implante. En última instancia el triunfo de esta idea es el triunfo de la gente, es el triunfo de otra concepción de organización social, y como tal tenemos que pensarla.

Este impuesto de la Tasa Tobin es por la positiva, es moralmente valioso, tiene el respaldo de concepciones éticas y morales en función de resolver necesidades de la gente, y ese es un tema en el que realmente debemos provocar el cambio, porque evidentemente, tal como se orientan hoy las cosas, el desenlace final parece ser muy oscuro. Pero seamos positivos, pues hay salidas. Otro mundo es posible. Otro mundo es perfectamente posible.

Y ya para terminar, algunas cifras e informaciones adicionales.

Aplicando un 0,5% de impuesto a las transacciones financieras a nivel mundial, significaría en este momento una recaudación al año de 300 mil millones de dólares estadounidenses. Y las Naciones Unidas calculan que para resolver el problema del agua potable en el mundo se necesitan 50 mil millones de dólares estadounidenses. Estos valores muestran a las claras la relación entre una cosa y la otra.

El caso de Chile tal vez merece un destaque especial. En el gobierno del General Augusto José Ramón Pinochet Ugarte se aplicó un impuesto a los capitales que se iban de Chile antes del año. Es decir, si alguien invertía en Chile y retiraba su dinero antes del año, debía pagar un impuesto. Claro, esto se pudo hacer en Chile y en ese momento porque existía verticalismo y autoritarismo político, pero para nosotros en Uruguay seguramente esto no sería tan sencillo ni tendría las mismas consecuencias.

Si en Uruguay ponemos un impuesto a los capitales que se retiran antes del año, es de imaginarse que ningún argentino vendría a depositar dinero al Uruguay, lo haría directamente en otro lado y por otra vía, porque evidentemente una de las cosas que hoy, frente a la incertidumbre que la situación financiera crea, es que las personas quieren tener disponibilidad rápida de sus recursos fiduciarios. Y en realidad, ese fue también uno los motivos de la derogación en Chile de esta imposición, porque allí comenzó a observarse que los capitales eran renuentes a establecerse en ese país.

Esto lleva, además, a otra destacada información y a otra reflexión sin duda más trascendente, y es la siguiente: Diputados cristianos de América Latina, reunidos en Valparaíso en el año 2000, con cuidado analizaron la problemática de la Tasa Tobin y se manifestaron decididamente partidarios de su implantación.

Pero claro, ellos señalaron a los recursos que así se generarían, como constituyendo un fondo para apoyar a aquellos países que tuvieran desequilibrios financieros; verbigracia, si en Argentina en algún momento se produjera un brusco retiro de fondos y una consecuente penuria de efectivo, entonces podría ser útil la asistencia por el mecanismo recién aludido, y recomendado por esos legisladores cristianos.

Pero obviamente, lo oportunamente recomendado en Valparaíso está sujeto a disenso, es materia opinable, pues en realidad pocos son los argumentos a favor de respaldar situaciones como las que por ejemplo en ciertos momentos tuvo que enfrentar Argentina, por cierto situaciones muy penosas de incertidumbre, de maniobra, de especulación, de virtual paralización productivo-comercial y de envilecimiento de la moneda, con intervención de grandes capitales muy orientados a desestabilizar al propio país. Pero por otro lado y si una situación similar se vuelve a dar en Argentina o en cualquier otro país: ¿No sería tal vez lo más lógico asistir en ese momento de crisis a la nación en dificultades, para así evitarle grandes sufrimientos a su gente?… Porque obviamente ante situaciones tan críticas, no es cuestión de indiferentemente encogerse de hombros, sino de alguna manera ayudar al pueblo en dificultades y a las instituciones en problemas, y por el mecanismo que sea.

La discusión bien podría centrarse en las prioridades a tener en cuenta. Y esto por cierto es un asunto tremendamente discutible y opinable. De aquí la importancia de plantear estas cuestiones a organismos como las Juntas Departamentales o las Intendencias Municipales, a efectos que la gente pueda tener ingerencia próxima con el tema, y opinar, y proponer, y sentirse partícipe de las soluciones que se elaboren.

En nuestra opinión e independientemente de la suerte que este mecanismo pueda correr, es que esto tarde o temprano se va a implantar. Es decir, pasará un año, pasarán diez, pero tarde o temprano van a establecerse impuestos a nivel universal, y los mismos van a tener las características que tienen hoy lo que se plantea como Tasa Tobin. Pero lo importante es que los organismos políticos, la base de la democracia, la base de la representación del pueblo de los distintos países, los propios ciudadanos y las organizaciones sociales, tengan la posibilidad de opinar, de intervenir, de evaluar, de decidir, e incluso de proponer destinos a los fondos recaudados con la Tasa Tobin o con mecanismos similares.

No es casualidad que en Argentina treinta y seis parlamentarios ya se pronunciaran a favor de la aplicación de este mecanismo de Tasa Tobin. Y en Brasil más de cien parlamentarios ya se pronunciaron favorablemente al respecto. Y en Chile también hay propuestas. En Uruguay posiblemente en este sentido aún no hemos reflexionado lo suficiente, pero bueno, es cuestión de empezar.

Recuérdese que en la Patria Vieja, en el siglo XVIII y principios del siglo XIX, la forma principal de ingresos de los Estados eran las Aduanas, y por eso la gran pelea por los puertos, porque los Estados desarrollaban su presupuesto en función de lo que se cobraba en las Aduanas. Por cierto hoy necesitamos abordar todas estas cuestiones con otra mentalidad, hoy no podemos solamente mirar hacia adentro y evaluar algún mecanismo salvador que pueda aportar nuevos recursos al Estado. Hoy debemos pensar como funciona realmente el mundo y actuar en consecuencia. Lo central no es estar a favor o en contra de la globalización. La Tasa Tobin trasciende esta cuestión. Cierto, la gran prensa suele mostrar a los movimientos protestatarios o contestatarios que han surgido con mucha fuerza en el mundo, como corrientes de opinión antiglobalización y anticapitalistas y antiimperialistas. Pero en realidad, los aludidos movimientos y en particular ATTAC no son esencialmente y únicamente contestatarios. ATTAC en particular va por la positiva, y desea llamar la atención sobre una gran necesidad de esta época, que es la de lograr formas universales de recaudación tributaria, o por lo menos zonales o continentales.

Indudablemente lo que se plantea es a todas luces polémico, y hasta casi podría decirse utópico. En un mundo como el que vivimos no es fácil implantar un mecanismo parecido al de la Tasa Tobin.

El nivel más alto de análisis del tema hasta el día de hoy se dio en el Parlamento Europeo, independientemente que Canadá lo tomó como resolución de Estado, y que Finlandia también lo hizo, y que el Primer Ministro de Francia lo ha propagandeado como tal y ha encendido también una polémica a nivel nacional, pues se argumentó que esta cuestión fue usada como “bandera política”, puesto que por dificultades de implementación y por no tener apoyos foráneos, finalmente este mecanismo nunca se implementaría; y así, los políticos que defendían esta tesis quedaban bien con los sectores progresistas, sin riesgo de que algún día el mecanismo fuera aplicado.

El nivel más alto donde se ha tratado esta cuestión ha sido el Parlamento Europeo, y los que estamos más atrasados, en buena medida, somos nosotros, es Latinoamérica, donde la idea se difunde pero con cuentagotas, y generando muchas desconfianzas pues aún se percibe este asunto como un proyecto utópico y/o difícilmente realizable.

Recuérdese que el país que mejor cobra sus impuestos en el mundo es Estados Unidos de América. Y el ingenio popular señala con razón que en esa nación a veces no se va preso por una agresión, por un asesinato por encargo, por un desfalco, pero sí por evasión impositiva. Y para confirmar esta afirmación se trae recuerdo que finalmente se puso preso al mafioso Al Capone precisamente por pagar mal sus impuestos.

Por su parte y en esta evaluación de países según la fortaleza de su sistema fiscal, bien puede decirse que uno de los países que peor cobra sus impuestos es Rusia, porque allí cada institución cobra para sí, y no existe una verdadera organización impositiva centralizada. Y en este ranking o listado de países con débiles sistemas fiscales bien podría citarse también a Cuba, nación que por mucho tiempo y en muchas áreas no cobró impuestos, aunque luego contrató expertos para que le asesoraran en este delicado aspecto.

En relación al sistema fiscal Uruguay está en una situación intermedia, pues no estamos al final de la escala pero tampoco en los primeros lugares. En Uruguay indudablemente hay demasiada evasión impositiva, y tal es así que muchos de nuestros economistas en su momento saludaron una propuesta sobre bancarización en Argentina, impulsada por el entonces Ministro de Economía Domingo Felipe Cavallo, porque a través de este mecanismo mucha gente que se encontraba fuera del sistema no iba a tener más remedio que aportar y que “poner en blanco” sus diferentes actividades y sus números.

Hay una realidad bien presente en los países latinoamericanos. Si fruto de nuevos mecanismos se lograra llevar la elusión fiscal a cero sin cambiar las tasas ni los hechos o actos gravados, muchos actores sociales literalmente no podrían continuar consumiendo y produciendo en niveles similares, lo que sin duda tendría por consecuencia un gran descalabro empresarial y social, o por lo menos una gran distorsión. Y aquí por cierto no queremos hacer especial referencia únicamente a los grandes negociados, sino a la pequeña elusión y evasión, a la familia de ingresos medios o bajos que equilibra su presupuesto comprando artículos de contrabando o practicando el contrabando hormiga, al negocio familiar que evade impuestos o incluso que no aporta a la seguridad social porque realiza actividades informales, a las “pymes” que compran o no con factura según la época del año y según que se encuentren trabajando para privados o para el Estado, etcétera, etcétera.

Si no hay una correcta y adecuada recaudación impositiva, la sociedad funciona mal y el Estado pierde posibilidades de actuar pues no puede financiarse adecuada y seguramente, aparte de generar distorsiones varias en el sistema productivo nacional por la natural diferencia que se establece entre empresas que avaden astutamente y empresas que no lo saben hacer.

Por tanto, un cambio rápido de la actual y penosa situación podría darse si el peso impositivo se desplaza de los impuestos al consumo y al trabajo aplicados a nivel nacional, a los impuestos a las actividades financieras aplicados con gran seguridad a niveles supranacionales.

El tema de la evasión impositiva hoy día es grave, es complejo, y no se resuelve con inspectores y con aumento de penas sino con ideas nuevas, con nuevos impuestos e innovadoras formas de recaudación.

La Tasa Tobin con frecuencia es evaluada utópica porque introduce un cambio profundo en la filosofía tributaria, pero si a nivel internacional se logran numerosas adhesiones a esta fórmula, y si la aplicación práctica de este mecanismo no se desvirtúa y logra proporcionar importantes fondos, muchos problemas sociales y muchas penurias empresariales podrían resolverse en forma muy favorable, aún en las naciones más débiles y atrasadas del planeta.

Cierto, esta cuestión es compleja, pero la actual tecnología digital de punta indudablemente facilita y viabiliza una solución de este tipo.

Hoy día la tecnificación creciente y cada vez más eficiente, y la gran innovación tecnológica desarrollada por la investigación científica en los grandes laboratorios, hacen realidad la aplicación de impuestos a escala supranacional y sin posibilidades significativas de evasión o morosidad. Hoy día la banca electrónica ya es realidad.

Con toda evidencia es más sencillo controlar y cobrar impuestos a una gran organización que a una pequeña empresa familiar. Con toda evidencia un gran supermercado debe llevar una detallada y estricta contabilidad, y allí entonces es más sencillo controlar si los impuestos se pagan bien o mal, mientras que en un pequeño almacén o en una pequeña estructura unipersonal de comidas al paso, muchas veces no se lleva contabilidad pues ni siquiera se tiene estructura adecuada como para hacerlo, y entonces claro, en estos casos es grande la tentación de no pagar impuestos o pagar menos de lo que correspondería, pues el Fisco poco puede hacer para evitar estos desvíos.

Pero para efectivizar una reforma tributaria como la señalada y para hacerla realidad operativa, es indispensable contar con voluntad política y con conformidad sindical, y hacia allí debemos encaminar nuestros esfuerzos.

Técnicamente no hay ninguna dificultad para el cobro o la implementación de este impuesto. Con total evidencia nunca hubo tanto dinero en el mundo como ahora, y sin embargo a menudo escuchamos decir, cuando se piden mejoras para la salud o la educación, que no hay suficientes recursos, que no hay adecuadas fuentes de financiamiento. Juntemos estas novedosas e innovadoras ideas sobre el sistema tributario, con las posibilidades ofrecidas por la tecnología de hoy día, y hagamos realidad estos sueños. Lo que se necesita realmente es voluntad política, y confianza en poder llevar adelante estos proyectos. Las dificultades más grandes para implementar este tipo de reformas no están en las limitaciones operativas o tecnológicas, sino en la mente de la gente, y en especial en la mente de nuestros gobernantes y de nuestros referentes.

No pensemos que no es posible cambiar hábitos ya muy arraigados en nuestra estructura social, porque se puede; los agentes económicos están más abiertos a los cambios de lo que se cree. Seamos valientes, y demos un importante giro de timón, modificando así el rumbo de nuestras relaciones de convivencia. De una vez por todas implementemos impuestos que no puedan ser evadidos, y que principalmente castiguen a las actividades especulativas y a los emprendimientos con escaso o nulo interés social. Atrevámonos a beneficiar así al conjunto de la sociedad y no solamente a unos pocos.

Y ya para cerrar este resumen, evoquemos un pensamiento del Doctor Emilio Frugoni Queirolo. Este intelectual y erudito uruguayo decía que las ideas no son como un paraguas que uno lo usa cuando llueve, pues las ideas van siempre con uno, y nadie puede despojarse de su propio sentido político, de sus propios esquemas de pensamiento, de su propia ideología, de sus propios valores, de sus propios impulsos.

ATTAC no pretende promocionarse a sí misma pues prefiere tener un perfil bajo y discreto. ATTAC trata de exponer sus inquietudes con absoluta transparencia, pues no se está tratando de afianzar un movimiento sino de promocionar un conjunto de ideas, para que ellas se difundan y se reelaboren desde muy diferentes puntos de vista.

Bienvenidas las réplicas, bienvenidos los análisis, bienvenidos los interrogantes, porque lo que necesitamos es que haya espíritu crítico, que se investigue, que se analice, que se piense y discurra en profundidad, pues esa es una más segura y razonable forma de avanzar en una temática, en la que se presentan tantas dificultades, y en donde seguramente tendremos que mucho innovar.


LA TASA TOBIN

Llegado a este punto del trabajo y ampliando conceptos antes presentados, convendría señalar bien específicamente cómo se generó la idea de la Tasa Tobin, y específicamente en qué consiste este mecanismo.

El referido sistema de recaudación es un hipotético y propuesto gravamen sobre el flujo de capitales y/o sobre las operaciones financieras en el mundo, que fue inicialmente concebido y sugerido por el economista James Tobin en 1971.

El mencionado estadounidense fue sin duda un destacado y respetado profesional, que en 1981 recibió el Premio Nóbel de Economía. James Tobin nació y murió en EEUU (marzo 5 de 1918 – marzo 11 de 2002).

Desde el punto de vista práctico, la Tasa Tobin se podría aplicar cada vez que se produce una operación de cambio entre divisas, para así en alguna medida frenar el paso de una moneda a otra por encarecimiento de dicha conversión, y también para, en palabras del propio James Tobin, “echar arena en los engranajes demasiado bien engrasados” de los mercados monetarios y financieros internacionales, y también para aplacar en algún sentido las exacerbadas tendencias especulativas.

Por cierto el porcentaje involucrado en la Tasa Tobin debería ser bajo, por ejemplo en torno al 0,1%, para penalizar particularmente las operaciones puramente especulativas o tácticas de ida y vuelta a muy corto plazo entre diferentes monedas, y con ello no desestimular ni a las inversiones ni al propio flujo del comercio.

Son muchos los que opinan que la Tasa Tobin o mecanismos similares, podrían ser de hecho un buen instrumento de control de la actividad especulativa, muy basada en instrumentos financieros complejos, de alto riesgo y alta volatilidad. La crisis financiera actual que estalló en el año 2008, fue provocada por las inversiones de alto riesgo a largo plazo, financiadas con deuda de corto plazo.

Obviamente basta este simple y último señalamiento para poner en evidencia que si se sobrepasan ciertos límites y si se abandona la prudencia en forma más o menos generalizada, y si además hay una disminución brusca en el crecimiento, los efectos cruzados y en cadena bien pueden llevar a una pronunciada recesión y al desastre.

Nótese que la Tasa Tobin podría generar importantes recursos, y por tanto estos fondos podrían aplicarse para estabilizar distintos sectores de la economía, para señalar riesgos en la formación de burbujas especulativas, como seguro de depósitos bancarios, para apoyar planes sociales, para estimular el mercado laboral, etcétera.

Pero además la Tasa Tobin es en sí misma un buen instrumento de medición de los movimientos internacionales de capitales, lo que le genera un interés adicional como indicador.

Muy bien, como es de suponerse, la propuesta de James Tobin no fue recibida con beneplácito en muchos círculos financieros, y se le hicieron gran cantidad de críticas, algunas de las cuales trataremos calmadamente de repasar en los siguientes párrafos.

(1) Los movimientos transfronterizos de capitales, o las conversiones monetarias, o las operaciones bursátiles, ya están gravados en numerosos países a través de diversos procedimientos. Imponer una tasa extra supone agregar complejidad al sistema, sin aportar nada positivo adicional, y aumentando gastos de administración y control.

(2) No están nada claros los procedimientos de distribución y repartición de los recursos que se destinarían a los países pobres beneficiarios. Y por otra parte, obviamente podrían generarse efectos cruzados e indirectos, cuyas consecuencias serían difíciles de evaluar y de pronosticar y de controlar.

(3) Los obstáculos implementados por la Tasa Tobin, podrían finalmente resultar perjudiciales para los países pobres, pues se podrían llegar a afectar a las inversiones.

(4) Inyecciones importantes de recursos financieros en los países menos favorecidos y con sistemas productivos más inestables, podrían allí provocar inflación interna, perjudicando de esta manera a los sectores de menores recursos, y en especial a los trabajadores.

(5) La pobreza nunca podrá ser resuelta con transferencias y dádivas, porque la pobreza es más un problema de falta de producción y de desajustes en los mercados de trabajo, que un problema de distribución.

(6) Con certeza existen numerosos problemas técnicos que surgirían al intentar aplicar el mecanismo impositivo aquí analizado, y al intentar poner a punto una buena auditoría de gestión y recaudación, por lo que posiblemente debería implementarse una pesada e ineficiente maquinaria burocrática, lo que a la larga podría ser un lastre demasiado importante.

(7) El mercado de transacciones en divisas, el mercado de cambios, sin duda produce utilidades enormes a las instituciones e individuos que se dedican a este negocio. Consecuentemente, la Tasa Tobin sin duda será resistida por estos sectores, y por tanto por muchos diferentes medios se intentará perjudicar o distorsionar la aplicación de este mecanismo. Por otra parte, las realidades bien podrían ser diferentes de un país a otro y de un mercado financiero a otro, lo que bien podría distorsionar el libre comercio, y provocar un mayor aislamiento de las economías más débiles.

(8) Muchos países dependientes tienen ligadas sus debilitadas monedas nacionales al dólar estadounidense, de manera que muy posiblemente allí de hecho se podría llegar a tener una doble imposición de la Tasa Tobin, en muchas de las exportaciones e importaciones, e incluso en los fondos que se recibieran con destino a inversiones.


RECIENTES DECLARACIONES Y REALIDADES QUE PONEN SOBRE EL TAPETE PROPUESTAS DE ATTAC

El primer ministro británico Gordon Brown, recientemente propuso que el Grupo de los Veinte (G-20) considere la posibilidad de debatir y aprobar un mejor “contrato social”, para así por ejemplo poder implementar un impuesto a las transacciones financieras internacionales, con el que se pueda controlar más de cerca a las instituciones bancarias, y en cierta medida así impedirles que incurran en comportamientos de riesgo que eventualmente pudieran provocar futuras crisis financieras globales. Gordon Brown señaló que las posibles medidas introducidas a través de este marco, podría incluir la aplicación de una tasa única sobre las transacciones financieras internacionales, para así generar recursos para hacer frente a eventuales situaciones críticas, y para así acudir en ayuda de los países más débiles y comprometidos.

El secretario del tesoro estadounidense Timothy Geithner, rápidamente se posicionó en contra de la propuesta británica, y justificó su decisión por “no estar preparado” para apoyar la iniciativa.

Este intercambio de ideas ocurrió en Saint Andrews (Escocia), durante la reunión allí programada de Ministros de Finanzas y Gobernadores de Bancos Centrales del G-20 (6-7 noviembre 2009).

Gordon Brown insistió que debería arbitrarse un mecanismo por el que de alguna manera se llame a responsabilidad al sistema financiero, y para que de alguna manera se le obligue a pagar por sus errores, en lugar que los platos rotos finalmente siempre recaigan sobre la sociedad toda y sobre los contribuyentes.

Durante la citada reunión, la representante de España Elena Salgado, Ministra de Economía y Hacienda, afirmó muy diplomáticamente que el eventual impuesto como generador de recursos para enfrentar situaciones de crisis generalizadas, podría ser una vía posible a considerar, pero no la única, destacando que un “contrato social” podría adoptar múltiples formas, y tener múltiples efectos. Los recursos financieros así obtenidos de una u otra forma, podrían constituirse en un fondo especial, un seguro de cobertura bancaria, una reserva de capital de las instituciones financieras involucradas para atender situaciones críticas, o una efectiva tasa aplicada sobre las propias transacciones financieras internacionales.

Al aclarar su propuesta, Gordon Brown enfatizó que cualquier iniciativa de este tipo debería ser general, tendría que ser coordinada internacionalmente, y aplicada con seguridad al menos en los centros financieros más importantes del mundo. Además, la tasa debería ser suficientemente moderada como para no distorsionar la marcha general de la economía ni dificultar el comercio internacional, y por otra parte, los recursos así obtenidos también deberían poder ser orientados a garantizar una mayor estabilidad financiera.

El jefe del Gobierno del Reino Unido, reiteró una y otra vez que su país no apoyaría una iniciativa como la propuesta si la misma no pudiera ser aplicada a nivel general.

El diplomático británico también se mostró partidario de por el momento “mantener los estímulos fiscales hasta que la recuperación se encuentre asegurada” fuera de toda duda, al tiempo que subrayó la necesidad de “coordinar una estrategia común de salida” de las medidas extraordinarias, así como la aplicación de otros mecanismos que en el futuro puedan garantizar un suficiente “crecimiento global sostenido”.

Por su parte el representante estadounidense Timothy Geithner, defendió la estrategia de su país frente a la crisis financiera, a través de la que se está tratando que en definitiva sean las propias entidades bancarias las que sufran directamente las pérdidas económicas, y no los contribuyentes: “Nos hemos comprometido con una propuesta muy simple, desarrollar un sistema estable y claro, que reduzca los riesgos de pérdidas a los que se puedan exponer a los contribuyentes, permitiendo en el mediano plazo la recuperación de los aportes realizados a través de las tarifas que se les pueda imponer a las instituciones bancarias responsables de las maniobras riesgosas; nuestra aproximación reduce el riesgo de peligro moral, es justa para con el contribuyente, y no permite que los fondos de pensiones o los inversores acaben cargando con la parte más pesada de los costes”.

Se recuerda que los miembros que componen el G-20 son: Alemania, Arabia Saudí, Argentina, Australia, Brasil, Canadá, China, Corea del Sur, EEUU, Francia, India, Indonesia, Italia, Japón, México, Reino Unido, Rusia, Sudáfrica, Turquía, y también la propia Unión Europea.


UN REFERENTE DE ATTAC: Susan George

En el marco del Seminario Crisis y Alternativas (Hacia el Foro Social Catalán 2010) que se celebró en Barcelona en la Universidad Pompeu Fabra (UPF), el martes 1 de diciembre 2009 Susan George (Presidente del Consejo de Administración del Transnational Institute) presentó una muy interesante ponencia: “Hacia un nuevo modelo económico”.

Ciertamente esta exposición fue seguida por una numerosa y selecta concurrencia (alrededor de 350 asistentes), dado los antecedentes de destaque del conferenciante. Esta reunión se celebró en la propia Sala de Actos de la UPF.

La expositora se dirigió a los asistentes en francés, pero el servicio de traducción simultánea funcionó correctamente.

Conviene destacar que Susan George es una destacada investigadora social, que ha mucho profundizado en las crisis especulativas y en el subdesarrollo, causas, consecuencias, propuestas, soluciones. La conferenciante es autora de catorce libros traducidos ya a varios idiomas.

A continuación se presenta un escueto resumen de algunas ideas manejadas por la expositora en la ya referida oportunidad.

Estamos imbuidos en un mundo donde las finanzas parece que sean lo más importante.

Las finanzas y la economía priman en la sociedad en la que vivimos, y priman incluso frente al medio ambiente. El medio ambiente poco a poco está dejando de ser nuestro entorno vital, para transformarse en el lugar donde echamos nuestros desperdicios.

Nos hace falta un planeta donde se pueda vivir mejor. Si esquemáticamente representáramos nuestro habitad por círculos concéntricos, la biosfera sería la línea más exterior, luego se ubicarían la propia población, y luego las instituciones sociales y de gobierno, y por último el entramado económico y financiero. La economía y las finanzas deberían ser el círculo más interior porque deberían estar en la base y al servicio de la sociedad toda, y no como pasa hoy día, pues pareciera que las personas son las que están al servicio del sistema y no al revés.

La mayoría de los medios de comunicación consideran que la actual coyuntura sólo es una crisis financiera que pasará, pero las desigualdades cada día crecen más, y cada vez hay más ricos y más pobres.

Atención. En Europa el 25% de los jóvenes a los 15 años no saben leer o no comprenden cabalmente un texto, y un continente rico que no consigue enseñar convenientemente a leer y a escribir, desaparecerá sociológicamente, se hundirá.

La crisis de la alimentación y del hambre se agrava más y más, y a medida que haya menos comida habrá más refugiados, quienes por todos los medios intentarán ir hacia donde puedan sobrevivir.

Muchos políticos piensan solucionar el problema migratorio endureciendo fronteras y reglamentaciones, y utilizando más policías y más controles.

Y muchos países como la Isla de Pascua y como Groenlandia, ya se colapsaron por agotamiento de sus principales recursos, o están cerca de llegar a este extremo.

Las crisis se refuerzan unas con las otras, hay sinergias entre unas y otras, y los especuladores aprovechan los cambios bruscos e inesperados en su beneficio. A ellos verdaderamente no les interesan, los alimentos, el trigo, la soja, el arroz, la leche en polvo, pues solamente compran y venden contratos.

Verdaderamente estamos como en una prisión, donde todas las paredes se refuerzan y se van estrechando. El hacinamiento a nivel global es cada vez peor. Para cambiar radicalmente la presente situación, haría falta que todos los actores nos uniéramos, campesinos, obreros, burócratas, sindicalistas, referentes sociales…

Lo más importante es tomar conciencia de nuestras principales problemáticas, y bien ubicarnos dónde estamos parados.

Las instituciones bancarias son nuestras, nos pertenecen, pues en la actualidad no existirían sin los apoyos recibidos de los contribuyentes, así que legítimamente las hemos comprado y pagado.

Y el otorgamiento de los créditos debería estar bajo estricto control social, regulado prudentemente, en beneficio de la comunidad toda y no en beneficio de los banqueros y accionistas.

Las pequeñas y medianas empresas (pymes) deberían recibir créditos sin ningún coste o con muy bajo interés financiero.

Las instituciones bancarias deberían ser empresas públicas y no privadas.

Se deberían otorgar créditos en prioridad a las empresas que presentaren planes de inversión con claros intereses ecológicos y sociales.

Es muy difícil actuar con este capitalismo tan dominante que hoy día existe, pero hay pasos intermedios y estrategias a establecer, por ejemplo definiendo lo que tiene que estar en el mercado y lo que hace falta que se quede fuera.

¿En el mercado deberían estar la salud, la educación, el agua potable? ¿Estos servicios de importancia fundamental deberían estar guiados por el lucro o por el interés social?

¡Y si Europa está en dificultades con la presente crisis, qué puede decirse de las regiones que están más al sur, África, Asia, América Latina! ¿Qué deberíamos hacer, cómo deberíamos proceder?

Para aliviar la situación de los países más comprometidos, tal vez podríamos canjear deuda externa por planes de forestación y por preservación del medioambiente.

No es verdad que no haya dinero, pues hay grandes fortunas, hay mucha riqueza esparcida por el mundo.

Lo que deberíamos hacer es acabar con los mecanismos más irritantes. Hace falta erradicar con urgencia los paraísos fiscales, hace falta establecer una tasa que grave las transacciones financieras, hace falta acabar los grandes negociados.

Hace falta hacer muchas cosas para reducir las desigualdades e injusticias, hace falta crear nuevas reglas de juego, y si la ciudadanía no hace nada, y si la gente no toma estas cuestiones en sus manos, no esperemos que se resuelva nada, no esperemos que las soluciones vengan de los gobernantes o de los jerarcas de los organismos internacionales.

En prioridad debemos tomar conciencia de que hay que unirse en torno a una adecuada propuesta, puesto que una persona aislada poco puede incidir o adelantar. Organizándose, uniendo esfuerzos, es la estrategia que podría servirnos para torcer el rumbo actual de los acontecimientos. Juntos tenemos más fuerza, juntos pensaremos mejor lo que falta por hacer, colectivamente podremos conseguir los recursos necesarios, unidos podremos mejor llegar a los centros de decisión.


ESTABLECIENDO POSIBLES CAUSAS Y POSIBLES SOLUCIONES DE LA ACTUAL CRISIS FINANCIERA

Si se recorren los artículos de actualidades de los periódicos digitales con alguna disciplina y con algún orden, seguramente podrán encontrarse convincentes y esperanzadoras declaraciones anunciando que lo peor de la presente crisis financiera global ya pasó, que aquí y allá se esbozan indicios tenues de recuperación, admitiendo algunos analistas que muy probablemente la salida de esta crisis será más lenta de lo que podría esperarse.

Pese a estos pronósticos sobre la recuperación de la actividad económica, levemente optimistas en ciertos casos y más francamente optimistas en otros casos, muchos economistas y muchos analistas financieros agregan con franqueza que el crédito no ha vuelto a hacerse presente con fluidez razonable en la economía real, y que a nivel global sigue sin recuperarse la confianza en el sistema bancario y en un futuro promisorio.

Y esta falta de confianza, y esta expectante cautela, es la prueba palpable de que la crisis del sistema financiero aún persiste, y que por tanto muy probablemente deberemos de soportar aún por un tiempo una serie de consecuencias negativas sobre el mercado laboral, sobre el nivel de actividad, y sobre los niveles de pobreza, indigencia, y marginación.

Obviamente la confianza en un posible futuro venturoso, es sin duda uno de los activos importantes que ayudan a mover la economía y a impulsar el crecimiento, y en esta materia las empresas y los inversores y los innovadores actualmente se encuentran expectantes y se mueven con extremas precauciones.

Por otra parte, la realidad hoy día nos está mostrando con claridad que los principios neoliberales no son válidos, al menos si se los aplica en una forma ortodoxa, puesto que los mercados y la propia sinergia de los emprendimientos privados por sí solos no nos están ayudando a resolver las actuales problemáticas, y puesto que en la actual coyuntura la única salida parecería ser que los Estados jueguen un rol más protagónico y activo, para así ayudar a salir de las situaciones más difíciles, para así impulsar de nuevo el desarrollo y el progreso.

Con toda certeza hay cosas que en determinado momento dejan de funcionar, y que para solucionar hay que implementar importantes reformas y atrevidos giros de timón, a riesgo si no se actúa así, de caer en una sociedad mediocre y en decadencia.

Con evidencia las medidas tomadas hasta ahora se han quedado cortas, con evidencia el presente marasmo no se arregla con más controles y con un mayor esfuerzo momentáneo de los contribuyentes, pues los problemas son estructurales y no meramente coyunturales.

Para recuperar el crecimiento económico, para recuperar el empleo, es imprescindible introducir sustantivas reformas en el sistema bancario y financiero así como en el sistema de seguridad social, y es también imprescindible modernizar en grado superlativo la actual pesada administración estatal.

Obviamente se necesitan nuevos y renovadores paradigmas que nos guíen.

Con toda certeza debemos dar a los Estados nuevas y generosas fuentes de financiamiento y de riqueza. Con total evidencia debemos brindar a las empresas nuevos resortes que le ayuden a desarrollar sus actividades con mejorados parámetros de eficiencia y de economía.

Y fuera de toda duda debe avanzarse a ritmo forzado en el gobierno digital, para así lograr mejor transparencia, para así involucrar de una manera renovada a los ciudadanos, para así mejorar eficiencias y disminuir desvíos.

Uno de los puntos clave claramente se encuentra en el sistema financiero, sector en donde la modernización ha sido aún incompleta y periférica, sector desde donde actualmente se irradian demasiadas problemáticas.

Y las propias instituciones bancarias y financieras en líneas generales ya han comprendido sus principales falencias y ya han visualizado su propio futuro intensivo en el uso de tecnología digital.

Cada vez con más insistencia se avanza hacia la bancarización de la economía, es decir, hacia el uso intensivo de tecnología en el sector financiero, como forma de dar nuevos servicios, y de también facilitar al máximo las transacciones y operaciones cotidianas de los agentes económicos. A través de estas propuestas, se trata de evitar al máximo el uso directo de dinero efectivo y anónimo, de dinero material contante y sonante. Y así, y de esta forma, obviamente se bajan costos administrativos y operativos, se evitan fastidiosas duplicaciones en el ingreso digital de datos, se posibilita un mejor seguimiento de las cadenas de pago, se aumenta la seguridad en cuanto a la ocurrencia de robos, o estafas, o simples extravíos de dinero. Y así, y de esta forma, se dejan seguros rastros contables que podrían servir como pruebas en distintos juicios, y además se posibilita la construcción de grandes y seguras bases de datos con detalladas informaciones sobre transacciones, generándose así una base estadística de apreciado valor para la toma de decisiones. Y también así, y también de esta forma, al ligar sólidamente las transferencias monetarias con los correspondientes contratos y/o con las correspondientes contraprestaciones, los Estados reciben indirectamente un gran beneficio, pues así se evitan casi enteramente (o al menos mucho se dificultan) las operaciones simuladas o tergiversadas, con lo cual se obtiene una base de información mucho más segura para el control impositivo.

Y obviamente, los conceptos de bancarización también deben alcanzar a las actividades del Estado, incluyendo por cierto las actividades fiscales, incluyendo por cierto a la seguridad social.

Y obviamente, los conceptos de bancarización también deben alcanzar al comercio internacional, al flujo transfronterizo de capitales, a los paraísos fiscales, y a todas las transferencias internacionales, dando un mejor ordenamiento a la economía internacional a través de la creación de una verdadera (y tal vez única) moneda internacional, tal como en su momento y hace ya varias décadas propusiera el economista Lord John Maynard Keynes.

En los sectores financieros y bancarios se habla y piensa cada vez más en la banca electrónica, en la banca a distancia, en la banca menos presencial, en la banca en línea, y ya hay proyectos concretos en este sentido.

Y esto está muy bien, y esto es positivo.

La banca del futuro está allí, a la vuelta de la esquina, pues los clientes apreciarán cada vez más y exigirán contactarse con su institución bancaria en todo momento y desde cualquier lugar.

Y los clientes apreciarán y exigirán cada vez más servicios digitales periféricos en el área de las finanzas, como por ejemplo las plataformas administradoras de ingresos y egresos, o como por ejemplo productos ligados a la actividad económica que incorporen conceptos de Web2.0, pues los agentes económicos de todos los niveles quieren participar cada vez más de las orientaciones administrativo-productivas. Hacer realidad los conceptos de Web2.0 en la economía por cierto será todo un desafío, pero ello es algo que tarde o temprano terminará por concretarse.

Obviamente, en lo que concierne a la bancarización, no son rosas todo lo que se ha concretado hasta la fecha. Proyectos operativos ya existen, pero los enfoques aún son muy parciales y limitados, pues claro, aún no se piensa en dar el paso de eliminar completamente el dinero material y anónimo, y esto constituye una barrera demasiado sólida que en algún momento tendremos que derribar.

En este momento por tanto las ideas y las propuestas de Agustí Chalaux de Subirà cobran especial significación y trascendencia, pues sus enfoques holísticos y generales plasmados hace ya varias décadas, son un especial faro en nuestro camino.

Desde un mero interés institucional, tratando de ser más competitivos, tratando de mejorar eficiencias operativas y de ofrecer nuevos servicios, los tecnócratas de los servicios financieros ya están muy cerca de redescubrir el dinero nominativo, digital, e informativo, en el que el recién citado soldado social catalán tanto insistía en sus escritos y en sus conferencias.

No perdamos tiempo. No perdamos otra vez el tren. La comunidad hispana es fuerte y numerosa, un grupo humano con más de cuatrocientos millones de personas, y con un nivel cultural y educativo que es relativamente bueno. Y somos bien capaces de llevar adelante proyectos innovadores y trascendentes.

El Centro de Estudios Joan Bardina ya cumplió sus veinticinco años de existencia, y en ese tiempo ha trabajado ordenadamente y en silencio en torno a los efectos positivos que podrían lograrse en la sociedad toda, si se introducen cambios significativos en la naturaleza del dinero. Y este grupo de trabajo y reflexión está muy cerca de nosotros, está en España, está en Cataluña.

Hispanos del mundo entero, unámonos, coordinemos adecuadamente nuestros esfuerzos. Aprovechemos esta circunstancia favorable de tener al Centro Bardina en España. Aprovechemos también la circunstancia favorable de estar bien conectados con el mundo todo, y de recibir las ideas innovadoras que se generan en instituciones vanguardistas tales como ATTAC, Decrecimiento, y tantas otras. No perdamos otra vez el tren del progreso y de la modernidad. No seamos nuevamente ni el patio trasero de los estadounidenses, ni el grupo humano que se encarga de los trabajos que europeos de otras culturas no desean hacer.

Remanguemos las mangas de nuestras camisas, y pongamos manos a la obra sin más tardanza. La bancarización de la economía. Los proyectos sociales. La recaudación impositiva automatizada. La reforma de la previsión social. Los contratos digitales. La naturaleza del dinero y la moneda internacional. La conformación de un mundo equilibrado y justo. La protección del medio ambiente. Los nuevos roles de la banca, y los paraísos fiscales. La completa nacionalización y automatización de los mercados de cambio. La bancarización de los productos financieros y de las actividades bursátiles. La redefinición del concepto de interés financiero (interés compensatorio, interés moratorio, tasas aplicadas tanto sobre saldos deudores como sobre saldos acreedores). La tasa tobin y los impuestos supranacionales. La especulación financiera. El narcotráfico y las actividades ilegales. La modernización de la justicia. Las migraciones. El capitalismo comunitario (el capitalismo social). He aquí las temáticas sobre las que tendremos que trabajar. He aquí los grandes desafíos que deberemos abordar.

Como un insumo más para la reflexión, cerramos este artículo incrustando un video con un flash de noticias producido por la televisión española, y que se refiere a la reciente reunión cumbre sobre cambio climático celebrada en Dinamarca, así como a las limitaciones evidentes que tiene nuestra estructura social para continuar con esta lógica del crecimiento económico desenfrenado, el que obviamente no podrá sustentarse hasta el infinito y sin ningún límite.



En este video, en este audiovisual, se llama la atención sobre que el principio del crecimiento económico incesante sigue tan vivito y coleando como antes del crash, como antes del debacle 2008-2009: "Crecer y crecer, cada vez más y más". A todas luces esta lógica no podrá continuarse indefinidamente.

Para saber más sobre el movimiento Decrecimiento y sobre otros grupos antiglobalización, sugerimos activar el enlace que se indica seguidamente.
http://decrecimientomadrid.blogspot.com/

También recomendamos muy sinceramente leer el documento escrito por Nicolás Ridoux, y que se titula: “Por una vida más frugal”. Este documento puede ser obtenido activando el enlace presentado a continuación.
http://dl.dropbox.com/u/271541/Por-una-vida-mas-frugal.pdf